Tenía que pasar tarde o temprano. Las consecuencias de una sucesión tan adelantada son inevitables: la dilución del poder presidencial -real y mediático- y el activismo político de sus tres destapados -Claudia, Marcelo y Adán Augusto- centrados en sus precampañas, dejando de lado todas sus responsabilidades.
Con AMLO al frente de la campaña presidencial de Morena, es inevitable la formación de grupos y alianzas entre secretarios, senadores, gobernadores y cualquier actor relevante morenista con aquella corcholata que crean que contará con el favor del dedito elector del señor Presidente.
El cuento de las encuestas no se lo cree nadie. Bueno, solo Mario Delgado.
¿Y entonces quién gobierna el país? En medio de la crisis económica mundial más compleja de los últimos 50 años, en México, además de un Presidente autoritario, se suma un descontrol en todos los niveles de Gobierno, sus subordinados están ahora en campaña, listos a apoyar a su corcholata favorita y desgañitarse al grito de ¡Presidenta! o ¡Presidente!
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se contagió de Covid-19, en el megaevento de Toluca –claramente un acto anticipado de campaña– y como según ella en la CDMX no tenemos ningún problema, decidió deleitarnos con un mini concierto de guitarra para mostrar su lado más humano y conmovedor. Total, mire usted, si la ciudad ya tiene más baches que asfalto, si con las lluvias todo se encharca porque nadie desazolva, si te transportas en servicio público y te van a asaltar cualquier día de estos y si los parques públicos están hechos un muladar y son auténticas cuevas de ladrones, no te preocupes, no pasa nada. Todo eso se arregla con unos bonitos acordes de guitarra. ¡Presidentaaaa!
Marcelo Ebrard sigue aferrado, con todo, a su candidatura presidencial, eso sí, sin soltar la Secretaría de Relaciones Exteriores -y todos sus recursos- Y para que los ciudadanos nos acerquemos a él, pues no tenemos nada mejor que hacer, ha puesto su WhatsApp a nuestro servicio. ¡Detallazo!
Allí le podremos preguntar por la Línea 12 del Metro o por fin qué sucedió con el tema de las personas fallecidas en el New’s Divine, y otras anécdotas que nos hablarán de su capacidad. También allí nos podrá contar porqué ha soportado ser humillado por el Presidente una y otra vez. Él nos dirá que no lo mueve ni la ambición ni el poder, sino su fe ciega en AMLO y la 4T. ¡Presidenteeee!
Adán Augusto López, secretario de Gobernación, aunque no parezca, tiene varios méritos a destacar: es tabasqueño, es amigo del Presidente y sobre todo está dispuesto a obedecer lo que le pida el jefe de jefes. ¿Qué más se le puede pedir?
Si usted tiene curiosidad de ver en Wikipedia la biografía de este prócer, hágalo, como no ha hecho prácticamente nada, sólo le tomará unos segundos para darse cuenta del potencial que Adán tiene para ser Presidente.
Y como no hay dos sin tres, también Adán abrió su cuenta de WhatsApp, con la promesa -no como Marcelo- de que él sí contesta. ¡Tipazo!
Al fin sabremos cómo es la relación del Gobierno y el crimen organizado, porqué hay más muertos en este Gobierno que en los dos anteriores, cuántos recursos ha gastado Segob en las consultas y elecciones estatales para apoyar a Morena y al Jefe Máximo. Adán sí te responde. ¡Presidenteeeeee!
¿Tiene usted alguna duda de si hay tiro o no para la presidencia de la República? Se van a tirar a matar entre los tres. Y todo lo van a resolver con dos encuestas. ¡Aja!
¿Será que el Presidente necesita desesperadamente que su candidato sea lo más débil posible para asegurar su permanencia en el poder?
@Pancho_Graue