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Foto: Gabriela Esquivel / Los participantes instaron a que se creen políticas para garantizar justicia y el respeto a su dignidad y derechos humanos  

Prohibir las terapias de conversión, legalizar matrimonio igualitario en todo el país, explotación sexual o con fines de corregir su orientación sexual; son algunas de las peticiones que se escucharon en el Primer Parlamento Juvenil LGBTIQ+ 2022, organizado por el Senado y la bancada de Movimiento Ciudadano (MC).

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En el evento participaron 64 personas, quienes coincidieron en la necesidad de crear políticas públicas que garanticen justicia y aprovecharon para pedir que se respete su dignidad y derechos humanos.

Senadores de oposición y de Morena consideraron urgente aprobar el dictamen, avalado hace más de dos años en comisiones, para prohibir las terapias de conversión por el gran dolor que causan al estar consideradas como tratos crueles e inhumanos.

La senadora Patricia Mercado, principal impulsora del Parlamento, recordó que hace tres años y ocho meses, tres legisladoras presentaron una iniciativa para prohibir los esfuerzos para corregir la orientación sexual y la identidad de género.

El expresidente de la Cámara alta, Eduardo Ramírez, coincidió en que la prohibición de las terapias de conversión es un tema pendiente en la agenda para que los derechos de esta comunidad sean respetados.

Destacó que en el contexto de la reforma político-electoral, es el momento adecuado para incluir no solamente la participación de candidaturas para esta comunidad, “no solamente es garantizar el saque, la participación política, sino garantizar también el punto de llegada”.

El coordinador de la bancada naranja, Clemente Castañeda, lamentó que a escala federal hay muy pocos esfuerzos para visibilizar, proteger o garantizar los derechos de las comunidades sexuales. “México tiene aún mucho que recorrer, deshacerse de los prejuicios, estigmas que nos impiden justamente reconocerlos”, declaró.

El morenista José Narro, vicepresidente del Senado, recordó que México es el segundo país en América Latina con más violencia por homofobia y transfobia; ante lo cual, pidió un minuto de silencio por todas las víctimas del odio y la discriminación en México.

Reconoció que la comunidad LGBTIQ+ vive una discriminación anónima y monstruosa. “Ser lesbiana, gay, bisexual, travesti, transexual, trasgénero responde a una relación con sociedad que los califica y acosa a través de prejuicios y estigmas, que los excluye y silencia, que no reconoce sus derechos y les cierra las oportunidades”.

 

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