Tras el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos, con el cual los 50 estados del país quedan en libertad de prohibir el aborto, las consecuencias viajaron de inmediato. Algunos tardaron solo unas horas en prohibir el procedimiento, mientras que en Sudamérica, países de tradición conservadora, incluso donde el aborto es legal, ahora tienen un respaldo para prohibirlo, auspiciado por el ejemplo de una de las primeras potencias del mundo.
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Después de la decisión del viernes, ocho estados impusieron prohibiciones inmediatas. En el país son al menos 26 las entidades en las que se podría prohibir la interrupción del embarazo en los próximos días.
Los demócratas han prometido defender los derechos reproductivos de las mujeres de todas las formas posibles, y gobernadores de estados como Michigan y Wisconsin intervinieron para tratar de mantener la legalidad del aborto en dichos territorios. Pero la validación que ahora ofrece EU para el sector antiabortista traspasó sus fronteras.
El mismo día que la Corte dio un paso atrás en materia de derechos reproductivos, en Colombia se hizo pública la petición del Ministerio de Justicia para derogar la despenalización del aborto, una lucha ganada en febrero pasado, en contra de la postura provida del presidente Iván Duque.
“Cada día que una clínica está abierta puede marcar la diferencia en la vida de alguien”, dijo Nancy Northup, presidenta del Centro de Derechos Reproductivos, luego de que se reanudaran los abortos en Luisiana, gracias al bloqueo de juez liberal Robin Giarrusso.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
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