Las alternativas para perder peso son todo un tema hoy en día y con los problemas a la salud que puede generar el sobrepeso el mundo de la medicina cada vez brinda más herramientas para poder combatir este problema, tal es el caso del balón allurion.
En entrevista el Dr. Hernán Fraga cirujano bariatra certificado y director de difusión del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, platicó con 24 HORAS más a profundidad todo lo relacionado a este procedimiento para pérdida de peso.
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“La obesidad es un problema muy serio en nuestro país, cerca del 80% de la población tiene sobrepeso u obesidad, conforme pasa el tiempo van apareciendo herramientas y sistemas que permiten que el paciente tenga una oportunidad distinta”, explico.
Este tratamiento es funcional para personas muy jóvenes o adultas que tienen sobrepeso pero no son candidatos a alguna otra cirugía, por otro lado, también es funcional para personas con obesidad mórbida que tienen miedo a las cirugías.
Aunque ya existían balones gástricos esto se realizaban de un material grueso y poroso en el que se pegaba el alimento, además necesitaban una endoscopía tanto para su colocación, ajuste y por supuesto el retiro, pero e esta nueva herramienta ofrece un procedimiento menos invasivo.
“No requiere anestesia, sedación o endoscopia. Lo colocamos con rayos láser con el paciente sentado mientras toma agua”, explicó el doctor.,
Este procedimiento se “toma” puesto que el balón que ingresará al estómago se encuentra comprimido en una cápsula que el paciente ingerirá. Una vez que esta se pase con agua los doctores revisan a través de rayos x que haya llegado al estómago.
5 minutos después de haber ingerido la cápsula ésta se desintegrará por completo al tratarse de un producto vegetal, cuando el balón está completamente liberado los expertos procederán a inflarlo con 550 ml de agua a través de un catéter que se encuentra conectado al dispositivo, después de eso se realiza otra radiografía para asegurar que se encuentra en el lugar correcto.
“El procedimiento dura de 7 a 15 minutos, al terminar el paciente tiene una sensación como si hubiera comido una gran hamburguesa. los primeros 2 días ocasionalmente pueden tener malestar o vomito , aunque tienen la posibilidad de tomar medicamento contra las náuseas, lo que sí habrá será un cólico pues el estómago detecta que hay algo y al quererlo digerir se contrae”.
Las molestias desaparecen a los 2 o 3 días y posteriormente el paciente puede retomar su vida con tranquilidad pero no sus hábitos alimenticios, pues este tratamiento se debe manejar de manera multidisciplinaria tanto con el médico, con un psicólogo, un nutriólogo y un entrenador.
El balón estará en el organismo cuatro meses pero el tratamiento entero dura 6. Los 2 meses sobrantes estarán enfocados a que ganancia de masa muscular y adquirir conocimientos y hábitos que permitan cumplir objetivos y mantenerlos.
“Usando solamente el balón el paciente puede perder hasta el 15% de su exceso de peso total, pero sumando el sistema disciplinario la pérdida esperada es mucho mayor. Va a depender mucho del paciente pero hemos logrado incluso que se pierdan 90 kg”
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El Dr. Fraga hace hincapié en que a pesar de que el procedimiento funcione por sí solo la única forma de garantizar que los resultados permanezcan es un verdadero cambio de hábitos tanto en el ámbito alimenticio como en el deportivo.
“No hay magia, el hecho de que te coloques un balón hará que pierdas peso porque te da sociedad pero tú debes cumplir con todo un proceso guiado por expertos para no solo perder peso sí no ganar buenos hábitos”.
Al terminar el tiempo de vida del balón, este se desinflará y se desechará a través de las evacuaciones. En caso de que se busque perder una gran cantidad de peso, el procedimiento se puede repetir sí el médico lo considera necesario.
Las personas que no son candidatas son aquellas que han tenido cirugías gástricas previas, tienen problemas graves de reflujo, bypass, han utilizado una manga, tienen una hernia hiatal gigante o trastornos alimenticios como anorexia o bulimia.
¿Cuáles son los riesgos?
“El riesgo que existe y que podría ser grave sería inflar el balón en un área que no sea el estómago como el esófago o el duodeno, por eso se realizan los rayos x para asegurarnos que está en el lugar correcto al inflarse pero fuera de eso no existe otro riesgo (…) el balón tolera que una persona se ponga sobre el sin romperse pero en caso de que éste se reventara el agua se vaciaría y el paciente evacuaría todo”, esclareció el doctor.
Finalmente, el especialista remarca la importancia de realizar conciencia más allá utilizar estas alternativas.
“El paciente siempre dice ‘¿cuándo voy a comer normal?’ y deben entender que esa alimentación es la que los lleva a una consulta para pérdida de peso. Es muy importante ser consciente de que comer saludable será para siempre e insistimos que el paciente debe de querer resolver su problema porque de esta manera se va a comprometer y vamos a lograr su cometido con el exceso de peso que sea”, concluyó.