(Para FPA)
La patente de corso era un permiso -formal o no- que un pirata obtenía de un Gobierno para atacar y robar a sus enemigos donde fuera que éstos estuvieran. Así, los piratas se convertían en parte activa del ejército del Gobierno que los contrataba o toleraba. ¿Le suena conocido el concepto?
“Yo respeto mucho a la comunidad judía, gente de trabajo, gente buena, pero eso no quiere decir que la comunidad tenga una especie de patente de corso para poder dañar, afectar un movimiento de transformación nada más por sus ideales, sus pensamientos, su conservadurismo y repito, su hitlerismo”, cita textual de AMLO.
Efectivamente Presidente, ni la comunidad judía, ni la Iglesia católica, ni la clase media, ni los periodistas libres, ni los intelectuales, ni nadie en México tiene patente de corso. Esa, solo la tiene su movimiento, su Gobierno y los criminales que hoy reciben abrazos de parte de su régimen en forma de tolerancia e ineficacia absoluta.
La política de “abrazos, no balazos” es exactamente eso, una patente de corso en toda forma.
Los adjetivos usados por el Presidente para descalificar a aquellos que se atreven a diferir de sus opiniones han alcanzado límites absurdos; llama hitlerianos a los judíos disidentes de su visión, hiriendo a la comunidad judía con el insulto más profundo e inaceptable posible.
A los sacerdotes católicos, que una vez más, han alzado la voz en contra de la violencia generalizada en México y que exclaman “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, AMLO los califica de hipócritas al servicio de los conservadores.
Hoy México, enfrenta un panorama desolador:
Tenemos un aeropuerto (AIFA) del cual, ni llegan ni salen vuelos.
Tenemos un sistema de salud sin médicos ni medicinas. ¿Cómo Dinamarca?
Tenemos las cifras de muertos de un país en guerra civil, sin seguridad ni certeza para los ciudadanos y con los criminales abrazados por el Gobierno de la 4T.
Tenemos a más de 100 mil personas desaparecidas sin un Gobierno que solucione esta tragedia, con un Presidente que no cree en la ley.
Tenemos una economía de ficción, con una inflación sin control y sin ningún plan serio para defender al país.
Tenemos una política energética regresiva que daña cada vez más el medio ambiente y sin ninguna visión de futuro.
Tenemos una refinería recién inaugurada que no refinará ni un solo litro de gasolina en los próximos años. A cambio optamos por comprar una refinería en Estados Unidos.
Tenemos a las instituciones de la República acorraladas por el régimen si éstas se resisten a ser parte de la 4T.
Tenemos al INE, garante de nuestra democracia, permanentemente atacado por el Presidente y Morena.
Tenemos a un Congreso títere del poder Ejecutivo, sin capacidad de crítica ni de generar propuestas a favor de todos los mexicanos, sin distinción.
Tenemos una política exterior dirigida por un Presidente aislacionista y sin capacidad de diálogo con sus pares en el mundo y con un canciller ambicioso y sumiso.
Tenemos una Secretaría de Gobernación enfocada en atender los intereses del Movimiento y no los de todos los mexicanos. El titular de Segob atento de cualquier señal del Presidente y a la espera de ser “El elegido”.
Tenemos a la CDMX en ruinas, sin servicios públicos de calidad y con la jefa de Gobierno entregada a su campaña para ser la favorita del Presidente, sin otra propuesta que no sea agradar al jefe máximo.
Si este Gobierno puede darle impunemente la espalda a México, sin ningún respeto por la ley, es porque tiene capacidad de dar las patentes de corso que le sean necesarias. Vivimos una auténtica historia de piratas.
@Pancho_Graue