“Quizá es cosa de que nos acostumbremos. Quizá dos semanas. Imagínate, el Metro ha estado más de 50 años. También es para que tengamos un mejor transporte”, dice Rosa mientras aborda un autobús de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), que este fin de semana dio servicio gratuito de Pino Suárez a Observatorio, por el cierre de ese tramo de la Línea 1.
Pero esto solo fue una prueba de lo que se viene, pues se trató de un cierre necesario para adaptar el tramo de Balderas a Observatorio, que sí dará servicio durante los próximos ocho meses, mientras que de Salto del Agua a Pantitlán permanecerá cerrado, por labores de remodelación total en la línea.
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Como Rosa, otros usuarios veían este fin de semana una muestra de la organización que se ha establecido para brindar servicio a los miles de usuarios que utilizan esta ruta del Metro, ante el reto de movilidad que representa el cierre de este tramo del Metro.
“Pero mañana es lunes y hay más tráfico que hoy. Deben de liberar más camiones, porque si no, se va a poner feo”, reflexiona Victor, quien acompañaba a Rosa.
“Pues aunque haya 220 camiones, si no hay buena organización esto va a ser un caos. Tuvimos que dar como dos vueltas al paradero para poder encontrar el correcto… Lo mejor será salir más temprano para trabajar”, concluye.
Mientras que al interior del subterráneo, que ayer dio servicio de Pantitlán a Pino Suárez, un policía grita en esta última estación: “Por favor hay que desalojar. El metro solo llega hasta acá”.
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Algunos despistados, que no han escuchado las noticias las últimas semanas, se detienen y reclaman al agente: “No dicen nada de que sólo llegaba hasta acá. También tienen que informar, a mí ya se me está haciendo tarde, no se vale”, dice uno de ellos.
“Mañana va a ser un desmadre, hay que pararse temprano para llegar a buena hora a la chamba y calcular más o menos el tiempo”, comenta otro usuario.
Decenas de usuarios son los que permanecen en la estación Pino Suárez, meditando el camino a elegir, si de plano regresar o tomar el transporte emergente, pero tampoco hay mucho que hacer, entre el mar de gente que dice “avancen, avancen, no se queden”.
Mientras que los policías, entendiendo que hay más despistados de los previstos, comienzan a repetir “Recuerden que a partir de mañana no habrá servicio”.
LEG