El día de ayer, la inflación al consumidor de junio en Estados Unidos, registró niveles por arriba de lo esperado en 9.1% anual. Sin embargo, la inflación subyacente ajustó a la baja ligeramente por tercer mes consecutivo, situándose en 5.9% anual desde 6.5% de marzo pasado.
Medido por sector, el de energía registró un alza del 41.6% anual, el de alimentos 10.4% anual y el sector salud 4.8% anual.
Dentro de la inflación en precios de energéticos, destaca la gasolina con un aumento del 59.9% anual, el gas natural con 38.4% anual y en menor medida la electricidad con un 13.7%.
En los últimos 12 meses los precios del petróleo se incrementaron en promedio 30%, no obstante, el West Texas Intermediate (WTI) alcanzó un pico en marzo del 2022 y desde ahí, viene reflejando una contracción del 23% hasta el cierre de ayer.
Los precios de los energéticos tienen gran dependencia del precio del petróleo, por lo que es probable empezar a ver una menor tasa de crecimiento para los siguientes meses. Solamente el desempeño del gas natural, por la situación que prevalece en Europa, podría tener un comportamiento diferente.
Por todo esto, ayer los mercados tuvieron un comportamiento de cierre diferente respecto al inicio de las operaciones con los datos comentados. Las bolsas terminaron con ligero retroceso, el dólar finalizó con modesta toma de utilidades y la curva de bonos del tesoro volvió a demandarse en la parte media-larga.
Bancos centrales seguirán subiendo tasas para tratar de contener la inflación
Esta semana vimos alza en las tasas de referencia en Corea del Sur (+50PB a 2.25% anual), Hungría (+200PB a 9.75% anual), Nueva Zelanda (+50PB a 2.50% anual) y Canadá (+100PB a 2.5% anual) ante presiones inflacionarias importantes derivadas del conflicto armado en Europa, las interrupciones en la cadena de suministros y los temores de una recesión en EE.UU.
Este mes, el Banco Central Europeo (22 de julio) y la Reserva Federal de Estados Unidos (27 de julio) tendrán reuniones de política monetaria:
Para el caso del BCE, deberá actuar rápidamente pues su tasa de inflación al mes de junio se disparó a un nivel récord de 8.6% anual por presiones en alimentos y energía y con un euro que viene perdiendo valor al alcanzar un mínimo histórico en una paridad 1 a 1 con el dólar. Se espera que el Banco Central Europeo aumente su tasa 25PB desde el actual 0%, y de concretarse, rompería una racha de 76 meses sin cambio y marcaría su primera alza en 11 años.
Por su parte, se espera que la Fed modifique su tasa al alza entre 50 y 75 PB luego de que la inflación del consumidor superara expectativas de mercado y con un buen dato de generación de empleos. La Reserva Federal inició en marzo pasado un proceso de alza en tasas y en junio empezó a ajustar su hoja de balance. Sin embargo, en las últimas semanas hemos visto cómo crecen temores de que en caso de no poder controlar la inflación, se podría provocar un proceso recesivo. Sin embargo, el ajuste en la inflación subyacente parece ser un buen indicio para la FED.
El próximo mes tocará turno al Banco de Inglaterra (04 de agosto) y Banco de México (11 de agosto). Se espera que Banxico replique el movimiento de la Fed en junio en la misma dirección e intensidad, a fin de mantener un diferencial de tasas de interés en el orden de los 600 puntos base.
@1ahuerta