@guerrerochipres

Nada más dinámico que una política pública de movilidad que es al mismo tiempo signo de reactivación económica global, aportación innovadora para iniciar un ciclo que sigue a la pérdida de vigencia de un sistema de transporte y que se sitúa como una muestra de compromiso y planeación, en contraste con lo previo.

En ese contexto se dio desde China el banderazo para el envío de 29 trenes de la nueva y remodelada Línea 1 del Metro, un ciclo exportador que se enlaza con uno de responsabilidad pública y de innovación para los siguientes 50 años.

De la CDMX para China el mensaje de una coordinación virtual y material cuyo objetivo es la ampliación de capacidad de transporte, el incremento de la comodidad dentro de los convoyes y marca el inicio de un plan de supervisión divergente de todo aquello que ha causado tragedia, incertidumbre, desconcierto y polémica.

Ciudadanía actual es demanda de eficiencia en los desplazamientos. Hay que acceder al trabajo, a la vivienda, al consumo, la distracción y a la multiplicidad de estilos de vida de la enorme oferta urbana de la Ciudad que lo tiene todo.

Los trenes comprados por la Ciudad de México a la empresa china CRRC para la modernización del Metro concretan la lógica impulsada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, para reconocer a la Línea 1 a la altura de los mejores metros del mundo y responder a una expectativa de servicio eficiente y seguro.

Cada uno de ellos contará con nueve carros, será de pasillo continuo para ampliar el cupo de personas, con una longitud de 150 metros, capacidad para 2 mil 200 pasajeros y una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.

La capital nacional corresponde enviando a China y al mundo un mensaje de innovación, de responsabilidad de Gobierno y de compromiso con la cotidianidad de las y los usuarios que eventualmente verán ampliada su capacidad de disfrutar el transporte público con menos tiempo invertido y más espacio.

Actualmente, los nueve vagones que posee cada tren del Metro de la CDMX tienen capacidad para mil 530 personas. En otros, como el de Nueva York —que en 2020 renovó sus trenes— caben mil 785 y en el de París, mil.

La transformación de la Línea 1 apunta no solo al presente, sino al futuro, con un Metro que tendrá una vida útil para otros 50 años, con tecnología para reducir la brecha de desigualdad y beneficiará, principalmente, a quienes todos los días llegan desde la periferia al centro de la capital nacional.

Una ciudad tendrá una movilidad urbana moderna si tiene sistemas de transporte público cómodos y rápidos. La sociedad actual, pero, sobre todo, la futura, tal vez ya no dependa del automóvil para el traslado y requiera más de sistemas públicos.

La CDMX se inserta en esa tendencia mundial. Un mensaje que se envía también al país.