La vida en la sierra Tarahumara volvió a la normalidad, pero en el aire la pregunta sigue siendo la misma, ¿dónde están los responsables del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora, así como el guía de turistas Pedro Palma, afirma el párroco de Creel, Javier Ávila.
“No se va el dolor, no se va la tristeza, no se va ni la rabia y el miedo tampoco se va. Son heridas que tardarán mucho tiempo en sanar”, lamenta el sacerdote conocido como padre Pato.
A un mes del crimen perpetrado al interior del templo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua, señala que la muerte no ha servido para abrir el diálogo con las autoridades y, con el apoyo de todos los sectores, lograr pacificar al país.
“Nosotros estamos para sumar, para dialogar y cuando hice la solicitud en la homilía, de que se revisara el plan de seguridad, la respuesta fue muy contundente: ‘no lo haremos, porque está bien’. A pesar de esa posición tan cerrada, seguimos nosotros con la mano abierta y ofreciendo diálogo”, recalca.
En una entrevista con 24 HORAS, el padre Pato indica que ante la falta de resultados la gente se cuestiona, ¿qué pasa?, pues por un lado entregan a un grandísimo capo (Rafael Caro Quintero) y por otro no aparecen quienes han generado tanto dolor y muerte a muchos.
OPERATIVOS… SIN RESULTADOS
Sobre el refuerzo de elementos de las fuerzas federales la sierra Tarahumara para capturar a José Noriel Portillo, El Chueco, señalado por las autoridades como el responsable de los crímenes, Ávila comenta que no les conviene decir que han instrumentado “operativos gigantes”, porque ¿de qué han servido, sino hay resultados?
Agrega que en las calles de Cerocahui sí hay una presencia importante de elementos de la Guardia Nacional, de la Defensa Nacional y policías estataldes mientras que en Creel y algunas otras comunidades solo se observan rondines de alguna patrulla.
“A lo mejor para ellos reforzar es hacer circular algunas camionetas de la Guardia Nacional, pero se van y quedamos en la indefensión absoluta”, sostiene.
NO PODEMOS DAR MÁS ESPACIOS AL CRIMEN
Pero la vida en la Tarahumara sigue. Las tiendas, restaurantes y hoteles están abiertos, mientras que el turismo sigue arribando ahora que ya es temporada vacacional.
“Y qué bueno, porque no le podemos permitir a la delincuencia que se apropie de las calles, no los podemos dejar. No va a normar la vida del pueblo gente que más que nos beneficiarnos nos perjudica”, manifiesta.
Eso sí, considera, también sigue el crimen organizado en la zona donde ya no solo vende droga, sino que le quita sus tierras a los rarámuris. “No hay cambio que yo sepa”, finaliza.
CRONOLOGÍA:
20 de junio. Los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados cuando prestaban auxilio a un hombre que había sido agredido a disparos y se refugió en la iglesia del pueblo de Cerocahui y sus cuerpos fueron sustraídos
22 de junio. Los cuerpos de los dos sacerdotes de la compañía jesuita, así como del guía de turistas, fueron ubicados y recuperados en la localidad de Pitorreal; horas después se confirmó su identidad
23 de junio. La Fiscalía de Chihuahua ofrece una recompensa, de hasta 5 millones de pesos, por la captura de José Nuriel Portillo Gil, El Chueco, señalado de ser el autor del crimen contra los dos párrocos y el guía de turistas
27 de junio. Luego de tres días de misas de cuerpo presente en Chihuahua capital y Creel, los cuerpos de los padres fueron enterrados en el atrio del templo San Francisco Javier en la comunidad de Cerocahui
10 de julio. Tras solicitar al Gobierno federal revisar la estrategia en materia de seguridad, la Conferencia del Episcopado Mexicano realiza una Jornada de Oración por la Paz, ante la creciente ola de violencia en el país
CITA:
Nosotros ofrecemos el diálogo para buscar caminos de paz. Como Iglesia, no tenemos el camino, ni sabemos la respuesta ni el proyecto, pero aportamos”
Padre Pato
“Nos quedamos viendo unos a otros preguntando qué pasó con nuestra tierra, nuestro territorio y nuestros muertos, y la respuesta que nosotros esperamos, por lo menos, no la tenemos”
Pide Iglesia dejar a fuerzas federales en la Tarahumara
La Compañía de Jesús en México afirmó que no se debe consentir la impunidad, por lo que mantiene la exigencia de justicia para los padres Javier Campos y Joaquín Mora, así como dos laicos, asesinados hace un mes en Cerocahui, Chihuahua.
En un comunicado, señaló que ante la ausencia de Estado en la región, es indispensable mantener, de forma provisional, las fuerzas federales hasta que se reconstruyan las condiciones de paz.
“Es indispensable caminar en conjunto con diálogo, con responsabilidad, con propuestas y con esperanza, privilegiando la atención preferencial a los más pobres”, indicó.
LEG