Las elecciones primarias llevadas a cabo este martes reflejan lo que los demócratas y la mayoría de los republicanos han temido desde que el presidente Joe Biden tomó posesión en la Casa Blanca hace ya casi dos años: el movimiento de Donald Trump aún no ha muerto.
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Las victorias de Blake Masters para el Senado y Kari Lake para la gubernatura en Arizona, así como de John Gibbs para el congreso y Tudor Dixon para gobernador de Michigan, representan el poder que el expresidente aún tiene sobre algunos bastiones republicanos.
En particular, los candidatos han basado sus plataformas en el mito de que la elección presidencial de 2020 fue objeto de fraude electoral, como parte del llamado movimiento “Stop the Steal” (“Detén el robo”).
Para el estado de Washington, el aliado de Trump Eric Schmitt obtuvo la nominación republicana para la gubernatura, en tanto que Eric Greitens, quien apoyó para la candidatura al Senado, falló en obtenerla al tener el casi universal repudio de la plataforma del partido en la entidad.
Con información de agencias
Los apadrinados de Trump
Kari Lake, exconductora de TV, se quedó con la candidatura para gobernador de Arizona.
Eric Schmitt obtuvo la nominación republicana para la gubernatura del estado de Washington.
Tudor Dixon se lleva la nominación republicana para gobernador de Michigan.
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