Ante un panorama donde todo cuesta más y hay que hacer rendir el salario, mejorar nuestra relación con el dinero es indispensable para tener una salud financiera estable, así que si observas uno o varios de estos hábitos en tus gastos, presta atención a los consejos para mejorarlos.
Te cuesta llegar a fin de mes. El hábito más evidente de una relación tóxica con las finanzas es tener dificultad a fin de mes, de acuerdo con Elizabeth Mondragón, vocera de Yotepresto.com, porque quiere decir que tus egresos son mayores que tus ingresos y haces uso de financiamiento que podrías aprovechar para gestionar otros asuntos, “evita utilizar la tarjeta de crédito para llegar a fin de mes, una tarjeta debe darle un impulso a tus finanzas, para alcanzar el final de mes, necesitas bajar gastos o buscar nuevos ingresos”, explicó Mondragón.
Gastas sin hacer presupuesto. Este indicio también es alarmante porque no sabes qué estás gastando, por lo tanto, no sabes en qué puedes economizar. Al realizar un presupuesto, puede quitar gastos que realmente no necesitas, como plataformas de streaming que no utilizas o reducir salidas a comer, “tampoco se trata de que quites todas las cosas que piensas que te dan calidad de vida, pero redúcelas a un punto en donde consideres que puedes empezar a ahorrar e invertirlo en otra cosa.”
Tu fondo de ahorro es nulo o mínimo. Esto puede provocar que al surgir alguna eventualidad como ser despedido o tener una enfermedad no tengas un colchón monetario con el que puedas apoyarte en lo que mejora tu situación económica. Este fondo debe considerar, por lo menos tres meses de tus ingresos.
Tienes miedo al historial crediticio. El estigma de que los préstamos son malos es una limitante que puede frenar oportunidades en el futuro, ante lo cual, Mondragón explica “sin un buen historial crediticio no tienes acceso a un crédito formal, o no tienes acceso a préstamo con tasas preferenciales.” No puedes decir que nunca vas a necesitar créditos, puesto que puedes requerirlos para abrir un negocio, para salir de un apuro de salud o incluso, para pagar otra deuda.
Tus deudas consumen más del 30% de tus ingresos. Si, por el contrario, al hacer un presupuesto te percatas que más del 30% de tu sueldo se va en pagar tus deudas es un signo muy alarmante de que tus finanzas necesitan un balance, para pagar tus deudas, organiza un plan de pagos que se ajuste a tus gastos: Por ejemplo, empieza por pagar la deuda más cara que es la que te cobra más intereses hasta la más barata.
Gastas sin pensar en el futuro. El panorama de pensiones, por ejemplo, se torna bastante adverso considerando que la pensión garantizada llegaría a ser insuficiente para un estilo de vida digno, por lo que, Mondragón subrayó que “entre más rápido empieces a pensar en tu futuro y ahorres e inviertas para él vas a tener una jubilación mucho más digna.”
Para esto, considera instrumentos de inversión además de tu fondo para el retiro, pues ya sea a corto, mediano o largo plazo, las inversiones te pueden ayudar a cumplir tus metas futuras y permitirán que tu dinero le gane a la inflación que encarece el valor del mismo.
AR