El recale de sargazo en Quintana Roo ha rebasado el récord histórico de 2018 y ha minado labores de brigadistas, quienes solo en Cancún han recolectado más de 8 mil toneladas en lo que va del año.
Mientras que, en el Atlántico, la cantidad de la planta ha alcanzado ya cifras históricas: más de 34 millones de toneladas de esta marea parda se registraron en las costas del Caribe, desde Puerto Rico a Barbados, según un informe del laboratorio de oceanografía de la Universidad del sur de Florida.
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Esteban Amaro Mauricio, director de la Red de Monitoreo de Sargazo, precisó que la presencia de la macro alga que ha llegado a las costas de Quintana Roo ya superó desde hace dos meses la de 2018, en donde se contabilizaron 12 millones de toneladas de pasto marino.
“Este año ha sido en el que más sargazo ha llegado a las costas del Caribe Mexicano, de hecho, ya se rompió el récord de recale de 2018”, afirmó.
Explicó que, desde hace dos semanas, esta zona presenta un arribo constante de la planta, donde las principales playas cancunenses que se han visto afectadas son Delfines, Coral y en esta semana, Gaviotas.
La mayoría de las macro algas viven adheridas al fondo del mar, con sus raíces arraigadas a las profundidades, “pero estas dos especies son pelágicas gracias a que poseen vesículas de gas, un mecanismo de adaptación para mejorar la fotosíntesis y que les permiten pasar su vida flotando”, apuntó Rosa Rodríguez, bióloga marina del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una cualidad del sargazo es su facilidad para crecer, siendo capaz de duplicar su biomasa en menos de 20 días, si las condiciones son favorables.
Cuando se descompone en la orilla del mar, consume grandes cantidades de oxígeno, causando anoxia y emitiendo gases tóxicos como ácido sulfhídrico y metano, muy peligrosos para la salud humana y responsables de la muerte masiva de muchas especies.
Aunque los Gobiernos han buscado atender el problema, los recursos no han sido eficientes, “apenas se atiende una pequeña extensión de la costa” consideró la experta.
LEG