El sistema de salud en México se ha deteriorado y su mejora no parece una prioridad para el Gobierno , según el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Hasta ahora la administración federal no ha podido cumplir con sus objetivos de garantizar el abasto de medicamentos, la atención médica y elevar la inversión en infraestructura de salud, aseveró el organismo en su análisis semanal.
Tras citar resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, manifestó su preocupación de que la autoridad sanitaria acuse a los consultorios de las farmacias privadas de incompetencia y abuso.
“La verdad es que es muy difícil no relacionar el crecimiento de las deficiencias de la salud pública tanto para los derechohabientes de la seguridad social como para la población abierta, no asegurada”, expuso.
La semana pasada, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, criticó a los consultorios adyacentes a las farmacias al declarar que representan un riesgo para la salud y la vida de las personas. “Para estas cadenas de farmacias lo importante es que salgan con una receta de seis, ocho, 10, 15 medicamentos, la gran mayoría no indicados, no correctamente indicados”, aseveró.
El CEESP también señaló que las autoridades de México no parecen dar la importancia que otros países al esparcimiento de la viruela símica.
“Entre muchos países de bajo desarrollo, en México hay evidencia de muy pocos casos hasta la fecha. Ello sugiere que, como lo señalan varios especialistas, hay pocas pruebas y por lo tanto pocas detecciones. La escasa atención al fenómeno por parte del Gobierno parece similar a la poca importancia que se le dio a la epidemia del SARS COV2 en su comienzo”, argumentó.
El CEESP sostuvo que la desaparición del Seguro Popular para dar lugar al INSABI a principios de 2020 tuvo un resultado deficiente, y con fuertes consecuencias negativas para la población de menores ingresos.
“El sistema de salud se fracturó severamente dejando prácticamente de inmediato sin cobertura a un amplio porcentaje de la población, desafortunadamente integrado en su mayoría por familias de bajos recursos”, afirmó.
Manifestó que el Coneval mostró que entre 2018 y 2020, 15.6 millones de personas se quedaron sin servicios de salud, en un momento complejo como fue el inicio de la crisis sanitaria por la epidemia de Covid-19.
Agregó que entre 2018 y 2020 el gasto de los hogares en salud se incrementó 40.5%, después de que en 2016-2018 tuvo una disminución de 0.9%, según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares del Inegi.
Sostuvo que al no tener cobertura, y ante la escasez de medicamentos en hospitales y clínicas públicos, muchas familias de bajos ingresos tuvieron que hacer frente a sus necesidades médicas con su “gasto de bolsillo”, con el daño que eso implica en sus economías.
LEG