Subir tasas para combatir la inflación, pero no demasiado para evitar que las economías queden de rodillas: este dilema que enfrentan los banqueros centrales en el mundo estará al tope de la agenda de su reunión anual en Jackson Hole, Estados Unidos, entre jueves y sábado.
Las montañas de Grand Teton (Wyoming) reciben todos los años este encuentro organizado por la Reserva Federal (Fed), una iniciativa lanzada por el legendario presidente del organismo Paul Volcker.
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El momento más esperado del encuentro internacional será el discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, el viernes.
La reunión tendrá lugar en momentos en que los bancos centrales ajustan sus tasas al alza para luchar contra la inflación, a pesar de que eso puede afectar la reactivación tras la pandemia.
Un aumento de tasas encarece el crédito y por lo tanto frena el consumo y la inversión, enfriando así la economía y la presión sobre los precios.
La Fed ya subió cuatro veces desde marzo sus tipos de interés de referencia, y el mercado se pregunta por la magnitud de próximas alzas, que se dan por seguras. La inflación en Estados Unidos se moderó en julio a 8. 5% a tasa anual, desde el 9.1% en junio, una cifra que marcó un máximo en 40 años.
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Inversionistas esperan con ansiedad la próxima reunión de la Fed los días 20 y 21 de septiembre, y especialistas debaten si el incremento de tipos de interés será de medio punto porcentual o de tres cuartos de punto, como en las últimas dos ocasiones.
Las tasas de referencia en Estados Unidos se ubican en un rango entre 2.25% y 2.50%, cerca de un nivel considerado “neutral” de entre 2% y 3%, que no estimula ni frena la actividad económica.
En su discurso del viernes, Jerome Powell “querrá enfatizar sobre la probable transición que se producirá con la política monetaria en el futuro. Algo que quieren comunicar es que están concentrados en los problemas de estabilidad de precios”, destacó Jonathan Millar, economista de Barclays.
Credibilidad
“Jackson Hole podría ser muy importante para ilustrarnos” sobre la hipótesis de conservar tasas elevadas, a pesar de una desaceleración económica, sostuvo Mazen Issa, especialista del mercado de cambios de TD Securities.
El PIB anualizado de Estados Unidos se contrajo en el primer y segundo trimestre, una sucesión que responde a la definición clásica de recesión, aunque en ese país se consideran otros parámetros para determinar ese estadio de la economía, como el nivel de empleo.
Estados Unidos registra una tasa de desempleo de 3.5%, un mínimo histórico equivalente al nivel de febrero de 2020, antes de la pandemia. La economía recuperó todos los empleos perdidos durante el coronavirus.
Hace un año en la misma reunión, Powell hablaba de “factores transitorios” para explicar la inflación, y advertía sobre un ajuste prematuro de tasas. Pero desde entonces, la inflación se instaló.
En la zona del euro, el alza de precios batió un récord a 8.9% anual, e Inglaterra tiene una inflación de dos dígito a 10.1%.
“Debería haber muchas discusiones sobre un eventual daño mayor a la credibilidad” de los bancos centrales, con este error de trayectoria para la inflación, y “lo que podría hacerse para repararlo”, estimó Carola Binder, profesora de Economía en el Haverford College de Pensilvania.
LEG