Al cierre de este viernes 26, los mercados registraron un aumento en el nivel de volatilidad generada por las señales que mandó Jerome Powell de continuar con una política monetaria restrictiva, esperando nuevo incremento entre 50 y 75 puntos base para la reunión de la FED el próximo 21 de septiembre.
La semana terminó negativa en su balance para las bolsas en Estados Unidos, Dow Jones, S&P500 y Nasdaq en más de un 4.0%. En México, el mercado accionario cayó cerca de un 2.5%. En contraparte, vimos alzas del petróleo entre un 3 y 5% en las diferentes cotizaciones, caída en la gasolina un 5.6% y estabilidad en el gas natural, aunque en el mes registra alza de más de un 12% nuevamente.
En cuanto a alimentos, destacaron el maíz y trigo con un 6.7 y 4.8% respectivamente, cierta presión en el rendimiento del bono del tesoro a 10 años que en la semana aumento más de 5 puntos base, mientras que en divisas, el dólar volvió a ganar terreno en 0.7% con ciertas depreciaciones del euro, la libra, el yen y el dólar canadiense. El peso mexicano logró apreciarse en la semana 0.7%.
¿Pero hacia dónde podría ir los mercados en las siguientes semanas?
Sin duda, las bolsas en general reflejan riesgos de posibles ajustes a la baja adicionales nuevamente. El tercer trimestre del año podría ser difícil en sus valuaciones y resultados en una economía que transita en una desaceleración del sector servicios y en varios países desarrollados también en manufactura.
La inflación está generando menores tasas de ahorro y menor disponibilidad para el consumo por aumento en precios. El crédito se ha incrementado en momentos donde las tasas de interés siguen subiendo.
Técnicamente mantienen tendencias secundarias de baja y las respuestas al alza generadas entre julio y parte de agosto, parecen haber llegado a su límite.
El índice dólar DXY está probando sus máximos desde septiembre del 2002. Serán días importantes al igual que la curva de rendimientos de los bonos del tesoro donde muestra a 2 años una mayor tasa vs el bono a 10 años y en ocasiones a 30 años.
Millonaria adjudicación
En Puerto Peñasco, Sonora, las alertas suenan fuerte respecto a la contratación de Eléctrica Aselec para la segunda parte del parque de generación fotovoltaica, que pretende convertirse en el séptimo más grande del mundo y el más preponderante en América Latina, lo adelanto porque aunque al cierre de esta columna se desconocía si resultó adjudicada o no, en más de una esfera se comenta que al estar presida por Edgardo Meade de Zamacona mantiene nexos con el excandidato tricolor a la presidencia, Jose Antonio Meade, exSecretario de Desarrollo Social y de Hacienda en el mandato de Enrique Peña Nieto.
Pero no es la única firma convocada al estudio de mercado con el que se busca elegir a la proveedora, pues aunque le solicitaron cotización a la encargada de la primera fase, Servicios y Soluciones Electromecánicos (Seselec) no resulta elegible ya que las versiones indican que ha sumado 80 millones de dólares a los 300 millones de dólares que tenían disponibles para la tarea, sin olvidar los seis meses que tendría de atraso; asimismo, en el listado figuran otras que tampoco resultan la mejor opción para encargarse de la obra y es que a Harbin Electric se le vincula con Julia Abdala, la pareja sentimental del director de CFE, Manuel Bartlett; HYR se encuentra en el ojo del huracán por dificultades en el cable marino de Holbox y Grupo Dragón, que fue cofundada por Ninfa Salinas, parte de Grupo Salinas.
@1ahuerta