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Foto: Pixabay / En las empresas creció el uso de efectivo como el principal método que emplearon las unidades económicas para realizar sus gastos y pagos  

Pese a que durante la epidemia de Covid se potenciaron los medios de pagos electrónicos, en las empresas creció el uso de efectivo como el principal método que emplearon las unidades económicas para realizar sus gastos y pagos, al pasar de 65.3% en 2017 a 69.5% en 2020, según la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas 2021 (Enafin).

Sin embargo, la predilección por el efectivo es uno de los retos para avanzar en la inclusión financiera de las empresas, en especial, para las organizaciones de menor tamaño.

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“La preferencia sobre el uso de efectivo ha sido un factor que afecta a las cuentas de depósito y también inhibe a utilizar los medios electrónicos para el cobro con tarjetas, principalmente entre las microempresas, lo cual podría frenar su inclusión hacia otros productos financieros y evita la generación de un ecosistema financiero, en donde tanto la clientela como las empresas se beneficien de una mayor variedad de opciones para sus operaciones”, apuntó el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jesús de la Fuente Rodríguez, en el marco de la presentación del documento.

Aunque se observó un crecimiento de 4.2 puntos porcentuales en el uso de efectivo por parte de las empresas, también se registró un aumento en la utilización de la tarjeta de débito empresarial, pasando de 9.4% en 2017 a 18.9% en 2020, y en el uso de tarjeta de crédito empresarial, al pasar de 13.5% a 15.1%. En contraste, el uso de cheques descendió de 69.1% a 50.2% entre 2017 y 2020.

Otro de los métodos de las empresas para realizar sus gastos fueron las páginas de internet (53.1%) y las aplicaciones móviles (21.5%).

Infografía: Juan Ángel Espinosa

Avanzan aceptación de pagos con tarjeta

Si bien entre 78% y 90% de las personas en México hacen sus compras con efectivo, durante 2020 las empresas avanzaron en la aceptación de pagos a través de tarjetas, pasando de 35.2% en 2017 a 45.4% en 2020.

Al interior de este paso hacia la inclusión financiera por parte de las empresas hacia sus clientes, destacó que entre los dispositivos para realizar los cobros con tarjetas, la utilización de la terminal punto de venta disminuyó de 96.1% a 90.8%.

En contraste, los dispositivos lectores de tarjetas crecieron de 5.2% a 18.9%, el uso de celulares se potenció de 1.1% a 18.6%, y las páginas web o programas de cómputo se expandieron hasta 13.3% desde el 3.8% que se había registrado.

Del 54.6% de las unidades económicas que en 2020 no aceptó de sus clientes pagos mediante un plástico, el 29.4% argumentó que prefería efectivo, el 21.8% señaló que las ventas eran montos pequeños, y el 18.8% refirió costos altos por aceptar esa modalidad.

Además entre las razones para no avanzar en la inclusión de los pagos eléctricos en sus empresas, el 13.5% apuntó que sus clientes no contaban con tarjetas; y un 11.9% no sabía expresó que no sabía cómo implementarlo.

Debido al Covid-19, tres de cada 10 empresas (30.2%) se vieron obligadas a realizar reconfiguraciones financieras, entre las que destacaron impagos, sobrecargos, negociaciones y cancelaciones en sus financiamientos.

De esa tercera parte, el 60.7% indicó que no pagó a sus proveedores por la ausencia de ingresos, 44.8% pagó cargos moratorios por atrasos, y 16.8% no cubrió el monto de los créditos.

Nunca ha pedido financiamiento 53% de las empresas

El 53% de las empresas en México nunca ha solicitado un financiamiento, según la Enafin 2021.

Aunque entre los principales motivos para no pedirlo sobresale el que se consideran autosuficientes, las organizaciones también reconocieron que hay factores que limitan su acceso a préstamos.

De las que dijeron nunca haber solicitado financiamiento, 62% consideró que las altas tasas de interés restringen su acceso, 39% apuntó que les piden muchos requisitos, y 33% refirió dificultad en los trámites.

Graciela Márquez Colín, presidenta del Inegi, subrayó la importancia de la información que proporciona la Enafin para avanzar en políticas públicas en favor de la inclusión financiera.

“El financiamiento a las empresas es uno de los motores que potencian las actividades productivas de cualquier país”, expuso.
LEG