Tom Brady, actual quarterback de los Bucaneros de Tampa Bay, no vive uno de sus mejores momentos personales, tras darse a conocer por medios estadounidenses la momentánea separación que hay entre el siete veces ganador del Super Bowl y su esposa, la modelo internacional Gissele Bündchen.
Dicha separación tendría que ver directamente con la decisión del jugador de 45 años, de regresar a los emparrillados para su temporada número 23, en búsqueda de un nuevo anillo de campeonato.
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Brady estuvo ausente durante las primeras semanas de entrenamiento con los Buccaneers, cosa que nunca había sucedido con el mariscal durante toda su carrera como profesional. En dicho momento el club solo había informado que se le había otorgado un permiso especial a Tom, para tratar asuntos personales.
En febrero de este año, Brady había anunciado su retiro como jugador de futbol americano profesional, para un mes después retractarse y anunciar su continuidad con el equipo de Tampa Bay una temporada más.
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Catalogado como el mejor quarterback de todos los tiempos, Brady finalizó la temporada pasada como el mejor pasador de toda la liga, con 5, 316 yardas, 43 anotaciones y únicamente 12 intercepciones, llevando a su equipo hasta la ronda divisional, en la que cayeron ante los Rams, eventuales campeones del Super Bowl LVI.