Kevin, de siete años, hermano de Heidi Mariana, de cuatro años, quien murió a causa de una bala perdida del Ejército mexicano, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue hospitalizado este domingo debido a las heridas que le causaron las esquirlas en el rostro, la nuca y la espalda y por estrés postraumático, informó Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos del municipio.
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El menor presenta insomnio, falta de apetito y “cuando escucha algún ruido fuerte se pone muy nervioso y muy asustado(…) tiene miedo a salir a la calle y subirse a un vehículo”, declaró el activista.
Heidi murió abrazada a Kevin luego de recibir el impacto, cuando ambos iban a bordo de un automóvil en compañía de la esposa de su abuelo, el pasado 31 de agosto, rumbo al hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de La Bandera, porque a la menor le dolía el estómago.
Familiares culpan a elementos del Ejército de abrir fuego en una supuesta persecución de un grupo delictivo.
Este fin de semana se llevó a cabo el funeral de Heidi Mariana en el panteón Jardín de los Ángeles, con la exigencia de justicia por parte de su madre, Cristina Pérez, quien dijo que no descansará hasta que haya castigo.
De acuerdo con el medio, Actitud Laredo, Ramos Vázquez informó que se presentará la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República, en contra de los militares que participaron en los hechos, pues siguen en libertad y enfrentan una investigación interna por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Este sábado, la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en México acusó que el deceso de la niña fue a causa del uso de la fuerza letal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Asimismo, reiteró que desde 1999 expresó su inquietud ante la amenaza en contra del derecho a la vida de los niños causada por el grado de militarización.
LEG