A cinco años del los sismos del 7, 19 y 23 de septiembre de 2017 que enlutaron la región del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, muchas de las viviendas dañadas permanecen sin ser reconstruidas, mientras que otras fueron abandonadas ante la pérdida total de las mismas.
El 7 de septiembre de ese año, a las 23:49 horas, se registró el sismo de mayor magnitud (8.2), localizado en el golfo de Tehuantepec y que dejó 93 fallecidos, 140 mil damnificados y más de 70 mil casas dañadas en 41 municipios oaxaqueños.
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Ante la falta de respuesta en estos cinco años, pobladores han bloqueado diferentes puntos del Istmo para exigir solución, entre ellos habitantes de Unión Hidalgo, hace unos días, a quienes prometieron sumarlos a los apoyos para poder reconstruir sus casas.
En Juchitán, uno de los municipios más afectados, monumentos históricos como el palacio municipal, el templo de San Vicente Ferrer y la Casa de la cultura de Juchitán de Zaragoza resultaron dañados.
Y MARCHAN EN ACAPULCO
En tanto, a un año del terremoto de 7.1 grados que sacudió el puerto de Acapulco, Guerrero, habitantes del fraccionamiento Cantaluna marcharon ayer sobre la costera “Miguel Alemán” para exigir una indemnización total por las afectaciones que sufrieron sus viviendas.
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Vestidos con playera blanca y con pancartas para demandar justicia por su pérdida patrimonial, cerca de 400 personas partieron de la glorieta de la Diana Cazadora rumbo al asta Bandera donde acusaron de fraude a la empresa constructora.
“Las casas son inhabitables y nadie hace nada”, “las rentas son muy elevadas y no recibimos ayuda”, “nuestros hijos extrañan a sus compañeros de juegos, porque muchos ya se fueron de Cantaluna”, se escuchaban en los altavoces.
LEG