Kay continúa avanzando hacia la península de Baja California Sur luego de tomar fuerza por la madrugada del martes, hasta convertirse en categoría 2. Las autoridades municipales y estatales, escuelas y aerolíneas activaron los protocolos de prevención y suspendieron sus actividades.
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Hasta el cierre de esta edición, el epicentro del meteoro se encontraba a 340 kilómetros al suroeste de Cabo San Lucas, y a 345 kilómetros al sur-suroeste de Santa Fe, en Baja California Sur, municipios que se encuentran en alerta naranja –de peligro alto–.
Su efecto también se sentirá en Sinaloa, Durango, Jalisco, Michoacán, Sonora, Nayarit y Chihuahua.
En la reunión del Consejo Estatal de Protección Civil informaron que aunque no se espera que el huracán toque tierra, su impacto será como si lo hubiera hecho, ya que existe una separación de 100 kilómetros entre la península y el fenómeno. En caso de que impacte sería mañana en Mulegé, en Punta Eugenia.
Las clases continúan suspendidas en todos los niveles educativos y también la entrada de embarcaciones menores en los puertos del Pacífico Mexicano en BCS y Sonora.
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Aunque el aeropuerto de La Paz reanudó sus operaciones la mañana del miércoles luego de suspenderlo la noche del martes, algunos vuelos presentan retrasos y las aerolíneas Aeroméxico, VivaAerobus y AeroCalafia pararon sus actividades.
A la par, los albergues de Los Cabos, La Paz y Mulegé empiezan a refugiar a las primeras mil personas. En Los Cabos, hasta las 7:00 horas de ayer habían 498 ciudadanos; mientras que en La Paz se abrieron 113 centros.
Por otro lado, comienzan a registrarse deslaves; el paso del tramo carretero Barriles-San Bartolo, en La Paz, está cerrado.
LEG