Carlos
Foto: Twitter/@FortunayPoder | Al subir al trono, Carlos perderá sus ingresos del ducado de Cornualles (que recibe desde 1952).  

Carlos III hereda de Isabel II el trono británico pero también la fortuna privada de su difunta madre, una patrimonio colosal aunque insuficiente para rivalizar con los británicos más ricos.

Una inmensa parte de la riqueza de Isabel II pasará a Carlos sin que el Estado británico reciba un penique en impuestos de sucesión. Pero la principal riqueza real -las propiedades de la Corona y la colección real de arte y joyas- pertenece a la monarquía como institución y, como tal, Carlos no se beneficiará de ella a título privado.

En la era de la transparencia, nada obliga aún a los monarcas británicos a revelar sus finanzas privadas. Sin embargo, según el Sunday Times la reina Isabel II disponía en 2022 de una fortuna personal de 370 millones de libras (5 millones más que en 2021).

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Esta cantidad relegaba a la monarca por detrás de la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling y de muchos aristócratas británicos, entre ellos el duque de Westminster, 27 veces más rico que ella.

“No incluimos los bienes inmobiliarios de la Corona (cuyos ingresos representan 11 mil 500 millones de libras) en la fortuna de la reina porque ella no los controla, al igual que la colección real de arte y joyas, de un valor de 10.000 millones de libras”, habían explicado en una edición anterior los autores de la “Rich List” del Times.

La monarca deja también tras de sí una importante cartera de acciones y una colección de sello que según la misma fuente asciende a 100 millones de libras aunque “no ha sido inmune a la volatilidad de los mercados” en los últimos años.

Su fortuna privada incluye asimismo el dominio real de Sandringham, joyas, coches y la herencia recibida de su madre, la reina Isabel más conocida como “reina madre”.

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Y si el palacio de Buckingham, su residencia londinense, y el castillo de Windsor son propiedad del Estado, el castillo de Balmoral, residencia de verano de la familia real, y su casa de Sandringham, donde la familia real celebra tradicionalmente las fiestas de fin de año, eran de la reina y serán legados a Carlos.

– Trato de favor –

Con una fortuna personal de unos 75 millones de libras, este último no figuraba hasta ahora en la lista de los 1.000 habitantes más ricos del Reino Unido.

Pero esto va a cambiar, sobre todo habida cuenta de que el heredero se beneficia de un trato de favor: a diferencia de los otros británicos que heredan más de 325 mil libras, no tendrá que pagar el 40% de impuestos de sucesión.

Este privilegio, que se remonta a 1993, está destinado a evitar que si varios monarcas muriesen con poco años de intervalo el patrimonio del rey o la rey se volatilizase al verse reducido de 40% en cada herencia. También debe garantizar la independencia financiera del monarca respecto del Estado.

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Al subir al trono, Carlos perderá sin embargo sus ingresos del ducado de Cornualles -que recibe desde 1952- un patrimonio del que se beneficia el primogénito del monarca. Este dominio debería pasar a manos del príncipe Guillermo, pero Carlos tomará posesión de otro ducado, el de Lancaster, cuyos ingresos cubren los gastos oficiales del monarca y la familia real.

Además, Carlos dispondrá de la “concesión al soberano”, la subvención anual que le paga el Estado británico y que se fija en el 15% de los ingresos generados por el patrimonio de la Corona.

Esta suma, que en 2020-2021 ascendió a 85,9 millones de libras, incluyendo 34,4 millones para obras de renovación del palacio de Buckingham, permite pagar el sueldo de los empleados del soberano, el mantenimiento y la gestión de los palacios, los viajes oficiales y las recepciones.

LEO