En Palacio Nacional ha explotado la exultación.
Los sucesos superan sus expectativas y todo parece a modo para lanzar la batería de reformas de gran calado.
Las pergeñadas por el titular del Poder Ejecutivo para, cree él, encarrilar un régimen de largo alcance.
El punto de partida fue la votación de los diputados priistas, del coahuilense Rubén Moreira, para entregar las calles nacionales a la milicia.
El razonamiento es elemental:
La oposición en su conjunto -PRI, PAN, PRD, MC y Grupo Plural en el Senado- decían estar en contra de entregar la Guardia Nacional al Ejército.
Innecesariamente, reflexionan hoy en Palacio, se urdió evadir la Constitución y disfrazar la medida a través de leyes reglamentarias.
Bastaba la espontaneidad de Yolanda de la Torre y del priismo para quitar ese control a las Policías de los tres niveles y darlo a la milicia.
Ya es realidad, a reserva de la Corte presidida por el ministro Arturo Zaldívar, cada vez más proclive al Ejecutivo.
SIGUE EL INE
Vaya incongruencia:
Se está contra la militarización y se vota por prolongarla transexenalmente, hasta el penúltimo tercio del próximo sexenio.
Pero eso es lo pasado.
Lo presente es la satisfacción personal y la certidumbre de contar con la alianza PRIMor por el resto del período ejecutivo para todo.
¿Para desaparecer o volver anémico al INE?
Sí.
Para ir por reformas de todo tipo, al gusto y ocurrencia del Presidente, a sabiendas de contar con el aliado y sus 60 votos en la Cámara de Diputados.
Y si en algún momento los diputados priistas quieren abandonar el control, ya fueron advertidos de investigaciones y persecuciones en su contra.
Lo saben, porque lo han padecido, Alejandro Moreno y Rubén Moreira, sobre quienes penden expedientes ya difundidos y nuevas indagatorias.
Ya aclararon Ignacio Mier y Layda Sansores: seguirá el juicio de procedencia contra Alito y el fiscal campechano Renato Sales espera la instrucción central.
10 AUSENTES
En este golpe mortal al PRI y a la alianza Va por México queda una pieza pendiente: el Senado.
No tanto el cuerpo legislativo, sino el comportamiento de los 13 senadores priistas, sometidos a todo tipo de presiones desde el poder federal.
La encomienda la tiene el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, pues Ricardo Monreal lleva la negociación política para sumar votos.
Cada uno de los 13 senadores debe hacer una revisión introspectiva porque los expedientes están listos para proceder en caso de fracasar el propósito presidencial.
Los 21 senadores panistas, los tres perredistas y los 11 de MC han ratificado su rechazo absoluto en la votación prevista para el miércoles.
A su vez, los priistas Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu son dos opositores recalcitrantes a esa militarización actual y más llevada hasta 2028.
-Con los demás tricolores no hay claridad -me insiste Gustavo Madero.
En el Gobierno dan nombres de rebeldes a Osorio Chong, pero la apuesta de Palacio toma forma: diez de los 13 senadores del PRI se ausentarán para legitimar.
-Una forma de contravenir a su líder sin avalar formalmente -informo y comento a Ulises Ruiz.
-No lo dudo ni tantito… Hay que ver cuáles.
LEG