El receptor de los Buccanners, Mike Evans, fue sancionado por la NFL con un partido de suspensión, tras la pelea que sostuvo contra el esquinero de los Saints, Marshon Lattimore, durante la semana dos de la temporada 2022.
Para el tercer cuarto del juego y por una acción que comenzó el quarterback, Tom Brady, Evans reaccionó para defender a su mariscal, empujando en par de ocasiones al jugador rival, en lo que terminó por convertirse en una gresca entre ambos equipos.
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Al finalizar el juego, Evans se mostró despreocupado por una posible suspensión y se tiene previsto que apele esta decisión, para que pueda estar en el juego de la semana 3, cuando los Bucs reciban su primer juego de locales, ante los Packers.
En el comunicado de la liga en el que se da a conocer la suspensión, el vicepresidente de operaciones de futbol americano de la NFL, Jon Runyan, fue contundente con la actitud del receptor de 29 años. “Tu actitud agresiva podría haber provocado una grave lesión a tu rival y claramente no refleja los altos estándares de deportividad que se esperan de un profesional”.
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De presentar la apelación, Evans quedaría en manos de Derrick Brooks y James Thrash, como designados por la NFL y la Asociación de Jugadores de la liga, para resolver apelaciones de castigos a jugadores dentro del campo.
Los Tampa Bay Buccanners han arrancado la temporada con las constante limitantes en su arsenal de receptores, al jugar esta segunda fecha sin Julio Jones ni Chris Godwin, por lo que una baja más no sería el mejor panorama para enfrentar a los Packers.
LEO