La pelea de unos fabricantes tradicionales de tequila contra las grandes corporaciones que industrializaron la producción de la emblemática bebida mexicana está en el corazón de Dos estaciones, una película presentada a concurso en el Festival de San Sebastián.
El núcleo del primer largometraje del realizador mexicano Juan Pablo González es el personaje de María García, la heredera de una fábrica artesanal de Tequila, Jalisco.
María, interpretada por la actriz Teresa Sánchez, tendrá que hacer lo imposible por mantener a flote su empresa, en un contexto de acelerada industrialización del producto, cuando además sufre adversidades como plagas e inundaciones.
“Yo estaba muy interesado en un personaje así, sobre todo pensando en que María es alguien que nació más o menos en la década de los cincuentas o sesentas, y esta generación es el vínculo entre la generación que produjo tequila de una forma mucho más artesanal” y la versión más tecnificada, explicó González en entrevista.
“Es una generación que vivió el llamado ‘boom del tequila’ en los noventas y qué hizo, primero, que la producción de esta bebida explotara, y segundo, que la gente de estos pueblos de pronto se viera expuesta a un mercado completamente global y todo lo que eso significa”, abundó el director.
Mucho de lo que se ve en pantalla está basado en las propias experiencias de González, que proviene de varias generaciones de fabricantes de tequila.
LEG