La tortilla no cede. En el último año el precio promedio nacional de un kilo subió 17.08%, y el compromiso de Maseca anunciado por el Ejecutivo será insuficiente para contener los aumentos, de acuerdo con representantes del sector.
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En los últimos 12 meses el kilo del alimento pasó de 18.44 a 21.59 pesos, según datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM).
Por ciudades, hace un año en Hermosillo, Sonora, la tortilla se vendía en 25 pesos y hasta ayer el precio era de 30 pesos, un crecimiento de 20%.
En Mexicali, Baja California, el producto pasó de 23.43 pesos a 27.86 pesos, un alza de 18.90%, mientras que en Guadalajara subió de 16 a 22.62 pesos, un incremento de 41.37%. En tanto, en la Zona Metropolitana del Valle de México, el precio pasó de 18 a 20 pesos, equivalente a un aumento de 11.11%.
Al anunciar que se aplicarán nuevas medidas para que no aumenten los precios de 24 productos, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer que Maseca se comprometió a no aumentar los precios hasta febrero próximo.
“Eso es importante porque estamos hablando de la tortilla y de quien distribuye como el 80% de la harina de maíz que se distribuye en las tortillerías”, declaró en su conferencia matutina.
Indicó que el miércoles se reuniría con la empresa y otros productores de alimentos en Palacio Nacional con el fin de redefinir la estrategia para tratar de contener la inflación, que en agosto alcanzó una tasa de 8.70% anual, la más alta en 22 años.
En mayo el Gobierno anunció un plan para tratar de estabilizar los precios de una canasta elaborada por Profeco con 24 productos básicos, además de que ha sacrificado ingresos fiscales por la venta de gasolinas.
Ven difícil contención de alzas
Representantes del sector tortillero explicaron que la harina de maíz tan sólo es una parte de toda una cadena de producción que continúa enfrentando incrementos, como el papel para despachar las tortillas, el gas LP, las rentas y las refacciones de acero de las máquinas.
“Para nosotros es una burla por parte de las harineras porque acaban de aumentar su precio en agosto”, declaró el presidente la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortilla, Rubén Montalvo.
Refirió que a la tonelada de harina de maíz se le incrementaron mil 250 pesos en agosto, cuando los ajustes hasta antes de la pandemia eran de 400 pesos.
“La tortilla no se hace únicamente con Maseca o con Minsa, hay muchos insumos alrededor de la fabricación de la tortilla y con el sólo hecho de detener uno o dos, no es posible detener el aumento en el precio. Nos han subido todos los insumos”, sostuvo.
El presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, Homero López, agregó que las organizaciones que representa no han replicado los incrementos que han enfrentado en toda la producción del alimento.
Ambos reprocharon que el Gobierno establezca diálogo con empresarios, pero no con los tortilleros para escuchar sus necesidades y propuestas.
“Están teniendo mesas de trabajo en donde no está la industria de la masa y la tortilla, que es el elemento más importante. Nadie ha procurado enterarse por medio de nosotros qué es lo que estamos padeciendo”, se quejó Montalvo.
En 1999 el Gobierno eliminó el subsidio a la tortilla y a la harina de maíz, por lo que desde entonces el precio del producto se determina por la oferta y la demanda en todo el país.
Con información de Francisco Rivera
LEG