El Festival de San Sebastián entregó ayer su Premio Donostia al director canadiense David Cronenberg por una filmografía dedicada al estudio de las zonas oscuras del alma, en una jornada en la que filmes de Colombia y España entraron en competición.
POR SI TE LO PERDISTE: Películas de Chan-Wook y Cronenberg entre las que competirán en el Festival de Cannes
El realizador de 79 años, autor de una obra que va de Scanners a Una historia de violencia, pasando por La mosca y Crash, recibió el trofeo honorífico en una gala en España.
“Siempre es hermoso que reconozcan tu trabajo, especialmente en un lugar como San Sebastián (…) y me da fuerzas para continuar trabajando”, había dicho horas antes en rueda de prensa Cronenberg, calificado de “maestro del horror biológico” y “de las atmósferas turbadoras” por el festival.
Conocido por deambular entre la ciencia ficción, el horror y el thriller, siempre con impactantes imágenes, Cronenberg dijo que su intención no es “provocar a la audiencia”, sino sorprenderse a él mismo.
“Me embarco en un viaje creativo, explorándome a mí mismo, mi relación con el mundo, invento cosas” y “luego invito a la audiencia a venir conmigo”, dijo el director con más de medio siglo de carrera.
En esta 70ª edición del certamen vasco, la actriz francesa Juliette Binoche obtuvo el otro premio Donostia.
A la competencia por la Concha de Oro, el máximo galardón del festival que se entregará este sábado junto a los otros premios, se unieron este miércoles La consagración de la primavera, del español Fernando Franco, y Los reyes del mundo, de la colombiana Laura Mora.
En este tercer largometraje de Franco, trata la sexualidad en personas con parálisis cerebral y la asistencia sexual a la que algunas recurren, “un tema del que no se habla mucho” y que suele generar “prejuicios”, indicó Franco en rueda de prensa.
Los reyes del mundo, el segundo largometraje de la colombiana Laura Mora, sobre una pandilla de jóvenes que viven en las calles de Medellín.
La cineasta aseguró que es un onírico viaje hacia esa “tierra prometida”, un territorio “atravesado por el conflicto” ligado a la tenencia de tierras que ha azotado Colombia por décadas. “Rodada en un territorio virgen cinematográficamente, ya que no se había rodado en el Bajo Cauca y norte de Antioquia, una zona profundamente atravesada por el conflicto” y peligrosa, pero ella se aferró a la idea de grabar ahí.
LEG