El deficiente diseño y ejecución de política pública en los grandes municipios, no solo recorta la calidad de vida en ciudades como Monterrey, la Zona Metropolitana de Guadalajara, Pachuca, Oaxaca, La Paz, Tehuacán, Mérida, Tepic y León, entre otros, sino que limita sus posibilidades de desarrollo, ocasionando pérdidas de hasta el 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, es decir alrededor de 50 mil millones de dólares al año.
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De acuerdo con un estudio realizado por la alianza CapaCity, muchas de estas fallas en la toma de decisiones están relacionadas con la casi nula adopción que los gobiernos estatales y municipales tienen de herramientas tecnológicas que doten a sus funcionarios públicos de datos que las sustentan, así como por una baja capacitación de los funcionarios públicos.
“Los tomadores de decisiones, la gente que está a cargo de administrar las ciudades, tienen poca adopción de la tecnología en la toma de decisiones diarias. Esto genera rezagos importantes en materia de calidad de vida y del desarrollo de las comunidades que gobiernan y administran”, resaltó Daniel Cisneros, director de Tracción y Crecimiento de Vikua.
Se estima que para 2030, el 83% de las personas en México vivan en ciudades, muchas de ellas emergentes, las cuales enfrentarán complejos desafíos demográficos, climáticos y urbanísticos, que se sumarán a los problemas básicos de gestión pública que ya los afectan: baja recaudación fiscal, limitaciones de presupuesto, crisis de vivienda, agua y capacidad para resolver las demandas de la población.
Perder el 4.7% del PIB por decisiones de política pública es imperdonable en momentos en los que los presupuestos cada vez son más ajustados: “esto se toma como un costo del subdesarrollo porque se piensa que el dinero no alcanza para hacerlo mejor y el mensaje que tenemos es que sí puede alcanzar a los municipios emergentes del país”, abundó Vicente Torres, director de Vinculación Pública de la Alianza CapaCity.
La deficiencia tecnológica y el atraso digital tienen dos consecuencias, según el estudio: ineficiencia en el gasto del presupuesto, cuando se tiene que hacer más con la misma cantidad de dinero; y desigualdad, cuando el gasto de grandes urbes como la Ciudad de México es de 25 mil 435 pesos por habitante, que es siete veces mayor al que destina la mayoría de los municipios en el país.
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De esa manera, la Alianza CapaCity busca acortar las brechas de desigualdad tecnológica y amplificar las habilidades digitales de la administración pública, a través de un mayor control de los recursos y el uso inteligente de soluciones tecnológicas disponibles.
Para ello, ofrecen recolección y comunicación efectiva de datos, manejo de los datos con herramientas tecnológicas, generación de propuestas de políticas públicas y la alfabetización digital de funcionarios.
GR