La figura del momento Bad Bunny y sus controvertidas canciones, mismas que lo han posicionado como el máximo nominado en los premios Grammy Latinos, no son la imagen del decaimiento social, asegura el sociólogo Felipe Gaytán.
El llamado Conejo Malo, desde la perspectiva del experto, simplemente es símbolo de una época que tiene su forma de ser, sus hitos, sus figuras, en donde el reguetón experimenta lo mismo que rock en su época padeciendo la crítica de los más grandes, la censura, etcétera. “Hoy pasa con este género musical y en el futuro será otro», sostiene el catedrático de la Universidad La Salle.
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Hace tan solo unos días, la Universidad Estatal de San Diego dio a conocer que la figura de Bad Bunny será incluido en su plan de estudios, que tiene por objetivo el estudiar su impacto y aportes en la cultura, así como hablar de la transformación del reguetón, situación que generó desde celebraciones hasta la condena del hecho, e incluso algunos se atrevieron a asegurar que eso «es muestra del decaimiento de la sociedad».
Aunque todo puede sonar bien en términos de valorización de la figura latina, para el sociólogo y catedrático, hay que saber leer entre líneas.
«Recordemos que en Estados Unidos la educación superior es privada y es el lugar en donde el colonialismo más se respira, así como la multiculturalidad, por lo que generar este tipo de cátedras implica vender más, o sea más dinero, pero el sentido de colonizador se lo dan los seguidores, no los intérpretes, y es de eso de lo que se debe hablar.
“No creo que haya decaimiento social, simplemente cada época tiene su forma de ser, sus hitos, sus figuras, el rock pasó por lo mismo, la crítica de los más grandes, la censura etcétera, ahora es este género y en el futuro será otro».
Dicho lo anterior, es evidente que hay un fenómeno entre líneas más allá de la figura del Conejo Malo, el cual es visualizado por algunos y renegado por otros.
«No es la primera vez que alguien de la cultura popular llega a tener una cátedra dedicada a ella, anteriormente se hizo con Selena en los 90 también en San Diego; sin embargo, es posible que poco hayamos visto de eso porque en términos de globalización no estábamos tan avanzados, pero el fenómeno Bad Bunny es mundial, se escucha en América, en Europa, en Asia y no sólo a él, sino también al reguetón, eso nos dice que él es el exponente más sobresaliente del momento pero lo que atañe es el reguetón.
«Es una situación generacional, el reguetón es directo, no tiene pena por decir las cosas ni por disfrutar de sí, de su sexualidad, no habla del amor, habla del deseo, habla de la sexualidad de la mujer de forma explícita, y sí bien puede llegar a sonar misógino, como algunos apuntan, también existen estos sones hechos por feministas en el que el tema igualmente es el disfrute de la mujer y el hombre de lo que habla, algo que es completamente normal y humano pero también es transgresor», continuó el sociólogo.
Si bien los aportes a la cultura hablan sobre la aceptación del cambio en el paradigma de la sexualidad y su explicitación en la generación actual, su temática tiene orígenes en la cultura en la que se gestó.
CIERTA SIGNIFICACIÓN CULTURAL
«El género pone en el centro de su discurso al cuerpo, y lo hace porque nació en el Caribe, donde las danzas son atrevidas, en donde el mismo cuerpo forma parte importante de los rituales sociales y demás prácticas, entonces lo toma y lo explota de esta manera, pero este tipo de temas siempre ha dado de qué hablar, en tiempos anteriores cuando empezaron a mostrar ropa más pequeña en las mujeres con la Lambada, por ejemplo, también lo hubo fuertes detractores, el problema es que los que ahora son jóvenes no conciben la vida como los que antes lo fueron y con ello tampoco conciben las temáticas de la misma forma.
«Es la primera vez que un género latino tiene tanto alcance y que tiene justamente exponentes latinos, que pueda llegar a estos niveles es hablar de colonialismo en la industria que paradójicamente es colonial, pero para algunos tiene cierta significación», concluyó el catedrático Felipe Gaytán.
Y volviendo a la inclusión de Bad Bunny al plan de estudios del la universidad de San Diego, dejó en claro que la crítica siempre seguirá abierta en términos de los paradigmas de pensamiento, sin embargo, es importante recalcar que para que un curso se apruebe se deben de crear planes con enfoques teóricos que son revisados minuciosamente por autoridades de los centros educativos respectivamente, y es importante tener en cuenta que así como un químico estudia a un elemento de la tabla periódica sin sentir pasión por él, un científico social no está obligado a tener gusto por el género para estudiarlo.
LEG