Debido a los elevados niveles de inflación que merman la capacidad de compra y de endeudamiento de los consumidores, aunado a la incertidumbre global que afecta a las cadenas de proveeduría, el sector automotriz prevé un estancamiento para los siguientes tres años.
“Vamos a tener mayor capacidad de venta, menos capacidad de demanda. Y en síntesis, el pronóstico de un mercado que se mantenga en el estancamiento en los años venideros, cuando menos, tres años más”, expresó Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
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Además, en el caso de la exportación automotriz de las armadoras, la preocupación ronda en torno a la posible recesión económica en Estados Unidos, ya que se trata del principal destino del mercado mexicano.
José Guillermo Zozaya , presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) estima que para el cierre del año haya un crecimiento cercano al 7%, sin embargo reconoció que está sujeto a vulnerabilidad por las cadenas de proveeduría.
En conferencia de prensa conjunta, los representantes del sector automotriz también coincidieron en la necesidad de la transición hacia la movilidad eléctrica, en línea con la tendencia global hacia energías limpias.
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Destacaron la importancia de generar condiciones de certidumbre jurídica y seguridad para aprovechar la relocalización de las cadenas globales de valor en México.
RM