Según la encuestadora británica YouGov (septiembre 27), el Partido Laborista tiene 17 puntos porcentuales de ventaja sobre el gobernante Partido Conservador. Ante la pregunta “Si mañana se celebraran elecciones generales, ¿por cuál partido votaría?”, el 45% dijo que lo haría por el partido de centroizquierda liderado por Keir Starmer, mientras que solo el 28% se decantó por la agrupación de la primera ministra Liz Truss.
Este dato es el mejor para los laboristas desde enero de 2021, cuando obtuvieron 41% de las intenciones de voto, contra 37% para los conservadores (YouGov), en aquel momento liderados por Boris Johnson.
La siguiente elección general en el Reino Unido deberá celebrarse a más tardar en enero de 2025, tras cumplirse los cinco años de la entrada en funciones del actual Parlamento en diciembre de 2019, con el triunfo de Johnson sobre el antecesor de Starmer, Jeremy Corbyn, ese mismo año.
Desde 2011, existe dentro de la legislación británica la posibilidad de que se celebre una elección general adelantada si dos tercios de los parlamentarios se posicionan a favor. Sin embargo, esto es poco probable hoy ya que requeriría del apoyo de decenas de parlamentarios conservadores, mismos que podrían perder sus asientos si se celebra una elección adelantada en un contexto de bajo apoyo para su partido.
En este sentido, una encuesta de Ipsos-Reino Unido (agosto 30) publicada antes del anuncio en septiembre 5 de que Truss sería la siguiente jefa del gobierno, reveló que casi 7 de cada 10 votantes laboristas apoyan una elección anticipada, mientras que 4 de cada 10 conservadores piden una, lo que llama la atención, ya que, según diversas encuestas, ello resultaría en un resultado negativo a su partido. Entre la población general, 51% quiere una elección adelantada, pero “más de la mitad de los que se oponen a elecciones anticipadas creen que mientras el país está en crisis, una elección sería una distracción”.
Desde que Liz Truss llegó al poder a inicios de septiembre, los mercados de acciones y bonos del Reino Unido han perdido cerca de 500 mil millones de dólares en su valuación. Algunos factores detrás de esta caída son la inflación imperante, la crisis energética y la depreciación de la libra con respecto al dólar. Sin embargo, el gobierno de Truss presentó en días pasados un plan de gasto para estimular el crecimiento vía diversos recortes de impuestos, lo que alarmó a inversionistas, quienes consideran que podría aumentar el endeudamiento y la inflación.
LEG