El reconocido periodista y escritor mexicano Juan Villoro, recibió este miércoles el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), a un lado de la psicóloga del deporte estadounidense Joan L. Duda, y el investigador en nutrición Ángel Gil Hernández de origen español.
“Sin duda, sus contribuciones quedarán permanentemente en nuestra institución y podrán aplicarse en el desarrollo cultural, científico y tecnológico, en la innovación y en la construcción de escuelas de pensamiento, así como en el desarrollo humano de la sociedad”, declaró el rector de la UANL, luego de colocar el birrete, la medalla y la estola a los homenajeados en el auditorio universitario.
Cuando el novelista tomó el podio, leyó un discurso titulado Monterrey en una nuez, escrito en el cual dejó en claro la influencia que ha tenido en su carrera proveniente de escritores y periodistas regios, como Alfonso Reyes, autor de La cena.
“Mi repaso de influencias regiomontana podría extenderse mucho, pero debo ser fiel a la lección del maestro Alfonso Reyes: Todo cabe en una nuez”, indicó el literato, quien además mencionó que está en deuda con Nuevo León; “desde hace 18 años escribo semanalmente para los periódicos del grupo editorial El Norte. En gran medida me debo a los lectores de esta ciudad. Y gracias a la hospitalidad de la profesora y ensayista Ludivina Cantú he tenido la suerte de impartir cursos aquí.
“Mi deuda con Monterrey se acrecenta con este doctorado honorífico, sin duda excesivo que debo esforzarme para merecer”.
Y concluyó con el reconocimiento con el que dejó claro que “el futuro del país depende de la educación pública, vale la pena enfatizar en tiempos de recortes, intransigencias y penurias”.
Por otro lado Villoro fue acreedor del Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2022, el cual recogerá el sábado, 22 de octubre en Bogotá, Colombia, durante la ceremonia de la décima edición del galardón.
Este premio entregado por primera vez a una figura mexicana es, según el Consejo Rector, una exaltación a un narrador “que cautiva a través de la palabra viva, que respeta, conoce y usa como pocos” y a un “gran hablador del idioma que enseña a afinar el lenguaje para contar con hermosura y eficacia” en diversidad de géneros que van desde “columnas y cuentos infantiles, hasta obras de teatro y crónicas”.
Para la directiva del premio, el escritor mexicano “es un hombre que, al salir a la calle, es capaz de convertir cualquier tema en atractivo: en una crónica maravillosa, una crítica social aguda, una intervención necesaria en la conversación pública”.
Las crónicas de Villoro son consideradas por él mismo como “el ornitorrinco de la prosa”, pues son grandes referentes de este género híbrido entre la novela, el reportaje y el ensayo, y entre su amplia pluma destacan algunas obras como El libro salvaje, El testigo y Los culpables.
LEG