El Premio Nobel de Física fue otorgado el martes al francés Alain Aspect, al estadounidense John Clauser y al austriaco Anton Zeilinger, tres pioneros de los mecanismos revolucionarios de la física cuántica.
El trío de septuagenarios fue galardonado por sus descubrimientos sobre el “entrelazamiento cuántico“, un mecanismo en el que dos partículas cuánticas están perfectamente correlacionadas, independiente de la distancia entre ellas, anunció el jurado en un comunicado.
El descubrimiento de esta asombrosa propiedad abrió el camino a nuevas tecnologías de computación cuántica y comunicaciones ultraseguras, así como a sensores cuánticos ultrasensibles que permitirían realizar mediciones extremadamente precisas, como la gravedad en el espacio.
Esta desconcertante mecánica fue predicha por la teoría cuántica. Sin embargo, ni siquiera Albert Einstein lo creía: dos partículas unidas desde el principio -como podrían ser los gemelos- pueden conservar la marca de su pasado común y comportarse de forma similar a distancia.
Cada uno de los laureados “realizó experimentos innovadores usando estados cuánticos enmarañados, en los que dos partículas se comportan como una unidad incluso estando separadas”, señaló el jurado.
“Resulta cada vez más claro que está emergiendo un nuevo tipo de tecnología cuántica”, indicó Anders Irback, presidente del Comité Nobel de Física, en un comunicado.
Clauser, físico investigador basado en California, de 79 años, y Aspect, profesor de la Universidad Paris-Saclay, de 75 años, fueron reconocidos por sus avances sobre el trabajo de John Stewart Bell, quien en la década de 1960 “desarrolló la desigualdad matemática conocida por su nombre”.
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– Computadores cuánticos –
Zeilinger, profesor de física de la Universidad de Viena, de 77 años, dijo que no esperaba ser premiado.
“Me sorprendió mucho recibir la llamada”, declaró Zeilinger por teléfono a una conferencia de prensa en Estocolmo.
El científico austriaco fue reconocido por su trabajo con la “teletransportación cuántica, que hace posible mover un estado cuántico de una partícula a otra a la distancia”, señaló el jurado.
“No es como en las películas de Viaje a las Estrellas o así”, aclaró Zeilinger. “El punto es, usando enmarañamiento puedes transferir toda la información cargada por un objeto a otro sitio donde el objeto es reconstituido”.
La mecánica cuántica es una ciencia contraintuitiva que describe el mundo a escala extremadamente pequeña, donde las cosas pueden simultáneamente existir, no existir y estar en algún punto intermedio.
Gigantes tecnológicos como Google están movilizando a un gran número de investigadores para dar forma a la próxima generación de las llamadas “computadoras cuánticas”, cuya potencia de cálculo debería permitir resolver problemas que de otro modo serían imposibles de resolver.
Los tres, quienes compartirán el premio de 10 millones de coronas suecas (901.500 dólares), recibirán el galardón de manos del rey Carlos XVI Gustavo en una ceremonia en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte en 1896 del científico Alfred Nobel, quien creó los premios en su testamento.
El año pasado, la academia premió al japonés estadounidense Syukuro Manabe y el alemán Klaus Hasselmann por su investigación sobre modelos climáticos, mientras que el italiano Giorgio Parisi también lo ganó por su trabajo sobre la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos.
Solo cuatro mujeres han ganado el Premio Nobel de Física, instituido en 1901: Marie Curie (1903), Maria Goeppert Mayer (1963), Donna Strickland (2018) y Andrea Ghez (2020).
“Eso refleja las condiciones injustas de la sociedad, en especial en los años pasados, pero que todavía existen”, declaró Goran Hansson, secretario general de la Academia Sueca de las Ciencias, el año pasado a AFP.
La temporada Nobel continuará el miércoles con el anuncio del premio de Química, seguido por los más anticipados, el de Literatura el jueves y el de la Paz el viernes.
JC