Con bichectomías, estiramiento facial y liposucciones, con precios que van de tres mil a ocho mil pesos, es como se promociona en redes sociales una clínica clandestina que opera en Chetumal, sin personal acreditado o instalaciones salubres.
Una cama de masajes sirve de mesa de quirófano para quienes arriesgan la salud en pos de la imagen personal.
Se trata del médico Alejandro E, egresado de la Universidad de La Salle, registrado bajo la cédula 3728441, expedida en 2002, el cual no cuenta con estudios en la especialidad de cirugía plástica, ni cumple con la normativa de las autoridades de salud para operar un consultorio donde se hacen intervenciones quirúrgicas.
Un buró es su mesa auxiliar, donde coloca anestésicos, pipetas, jeringas, etcétera; toallas sucias con restos de sangre abunda en el piso; usa platos y ollas como recipientes para depositar el producto de sus intervenciones; así opera esta clínica con la promesa de mejorar la imagen física de quienes ponen en sus manos su bienestar.
“Te ofrezco el secreto de la juventud” o “luce tu figura con libertad”, son las frases con las que promociona su método para bajar de peso, y que cuestan un cuarto de lo que valen estas intervenciones en una clínica legalmente registrada.
Vecinos del lugar reclaman restos como piel o grasa y desechos clínicos, van a parar al camión de basura como desechos comunes, sin que se les dé el tratamiento adecuado y ante la complacencia de las autoridades.
LEG