El fiscal de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, renunció al cargo, cuyo periodo concluía en marzo de 2024.
El exfuncionario entregó al Congreso local el oficio donde detalló que las causas de su separación del cargo son “parte de mi proceso de jubilación por haber cumplido más de 40 años de desempeñarme como servidor público del estado de Nuevo León”.
A lo largo de los cuatro años que estuvo al frente de la Fiscalía, Guerrero Gutiérrez enfrentó una serie de críticas por el manejo de al menos cuatro feminicidios, en especial, el de Debanhi Escobar, quien desapareció el 9 de abril y fue hallada sin vida 13 días después en una cisterna del motel Nueva Castilla, en Escobedo, que la dependencia aseguró que se había caído y finalmente se comprobó que la asfixiaron.
Otro caso fue el de Yolanda Martínez, quien dijo se suicidó y días después se retractó y reconoció que fue feminicidio.
Este caso, enfrentó al fiscal con el gobernador Samuel García, quien acusó al funcionario de ocultar la carpeta de investigación del caso. En respuesta, Guerrero Gutiérrez le dijo que él “lucraba con el dolor ajeno, con fines políticos”.
Tras conocerse la renuncia, Mario Escobar señaló a Azteca Noreste que era un hecho que al fiscal lo destituyeran o renunciara.
El Congreso deberá informar aún si acepta la renuncia de Guerrero Gutiérrez; mientras será Pedro Arce, quien funja como fiscal interino.
LEG