Con pancartas y consignas, miles de personas salieron a las calles de París, Francia, para protestar contra la carestía de la vida, en plena crispación social tras tres semanas de una huelga en las refinerías que ha provocado un desabastecimiento de gasolina en el país.
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La manifestación fue convocada por partidos de izquierda y respaldada por cientos de asociaciones que buscan mantener la tensión creada por la huelga en refinerías del grupo TotalEnergies.
El principal objetivo era llamar la atención sobre la difícil situación de los trabajadores que se enfrentan a un aumento del coste de vida –la inflación fue del 5,6 % interanual en septiembre– y criticar la falta de acción política contra el cambio climático.
“Vamos a tener una semana como no se ve muy a menudo”, dijo el líder del partido de izquierda radical, La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Varios sindicatos convocaron para mañana una jornada nacional de huelgas, que se prevé afectará al transporte por carretera y ferroviario y al sector público.
“Todo se está juntando. Empezamos con esta marcha, que es un éxito inmenso”, dijo Mélenchon, satisfecho.
Algunos manifestantes llevaban chalecos amarillos, símbolo de las protestas antigubernamentales de 2018 que desafiaron al gobierno del presidente Emmanuel Macron.
La protesta transcurrió sin enfrentamientos graves, aunque se produjeron algunos altercados entre manifestantes y policías, que lanzaron gases lacrimógenos.
La protesta ocurre dos días después de que el gigante energético francés TotalEnergies anunciara un acuerdo de incremento salarial (7% más bonificaciones) con los dos mayores sindicatos que representan a la plantilla de sus cuatro refinerías en Francia.
Pero el sindicato CGT, conocido por su combatividad, se ha negado a aceptarlo, reclamando un incremento del 10%, y sus miembros continúan manteniendo los piquetes.
La primera ministra, Élisabeth Borne, advirtió que podría haber nuevas requisas en caso de que hubiera “situaciones muy tensas” del suministro de carburante el lunes.
El gobierno lanzó requisas de personal esta semana, una medida excepcional que obliga a los huelguistas a trabajar.
El ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, aseguró el domingo que seguir con la huelga que ha creado un desabastecimiento de combustible en todo el país era “inaceptable”.
“Evidentemente hay un derecho de huelga, pero en un momento el país tiene que poder funcionar”, afirmó en una entrevista con varios medios franceses.
Desabasto
27.3% de las gasolineras
tienen escasez de algún tipo de combustible en París y las zonas aledañas a la capital francesa.
30 litros de combustible
fue el tope para que los clientes puedan comprar de gasolina y garantizar un mayor alcance de clientes.
Con información de agencias
LEG