VIOLENCIA
Foto: 24 Horas Quintana Roo / Ellos se guardan las agresiones que viven por lo que vayan a pensar el amigo o el compadre, aunque también necesitan cuidar su salud emocional  

Por: Gilda Piña / 24 HORAS Q. ROO

En el Centro Especializado para la Atención a la Violencia de la Procuraduría del DIF de Quintana Roo se atienden al mes alrededor 160 personas, en su mayoría mujeres y aunque se dan casos en hombres, son los varones quienes tienen mayores reservas a la hora de denunciar o reconocer que están siendo violentados.

Evelyn González Solís, coordinadora del Centro Especializado para la Atención a la Violencia (Cepav), explicó que no se tienen datos exactos de cuántos varones acuden a solicitar asesoría, pero tampoco se podría hablar de que son casos aislados, porque sí se dan este tipo de situaciones.

“No lo quisiera llamar aislado, porque si hay un número de violencia considerable hacia el hombre, lo que pasa es que no se animan a acercarse por cuestiones culturales o lo que vaya a pensar el amigo, el compadre; sin embargo, trabajamos con esa sensibilización para que ellos también se acerquen y cuiden de su salud emocional”, explicó.

“Nosotros atendemos cualquier tipo de violencia, en cualquier modalidad, a hombres y mujeres, no somos exclusivos del sexo femenino y brindamos una atención integral, terapia psicológica, trabajo social, además de cursos de capacitación”.

Destacó que el tema de capacitación para el trabajo es muy importante, pues en ocasiones llegan mujeres que se deciden a poner una denuncia y no cuentan con una fuente de ingreso, porque se dedicaban al hogar.

MIEDO A HABLAR

“Un motivo fuerte por el que no quieren denunciar es la cuestión económica, la idea de este centro es asesorarlas para que salgan de este ciclo de violencia y aprendan algún oficio alterno desde casa que les ayude a generar recursos económicos, o incluso, tomar un trabajo para poder tener el sustento de su familia y no depender muchas veces de su mismo agresor”, aseveró.

De esta manera, a quienes acuden al centro se les brinda atención en lo jurídico, terapia psicológica y capacitación; también se les ofrece la posibilidad de concluir sus estudios.

“Atendemos a toda la familia, a los hijos, porque es importante que todos tomen la terapia, a veces cuando es el hombre el que sufre violencia, también se le atiende en lo jurídico y lo psicológico, para empujarlo a que salga de ese ciclo”.

Todos los servicios son gratuitos, en lo que se refiere a la terapia psicológica, asesoría legal, el trabajo social; mientras que en el caso de los cursos para el emprendimiento tienen cuotas muy bajas debido a que se tienen convenios con el Instituto de Capacitación para el Trabajo (Icat).

“Finalmente, nosotros canalizamos a las instancias y ahí cada una tiene sus procesos o sus tiempos, un usuario se queda con nosotros durante seis meses y se les pide que regresen una o dos veces al año, pero estamos al pendiente, en cualquier momento para que nos puedan contactar”.

CITA

No (son casos) aislados, porque si hay un número de violencia considerable hacia el hombre, lo que pasa es que no se animan a acercarse por cuestiones culturales”

Evelyn González Solís
Coordinadora del Cepav Q. Roo

 

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