Liz Truss se convirtió en la primera ministra de Reino Unido con el periodo de mandato más corto de la historia, con tan solo seis semanas. La dimisión se da en medio de una crisis económica, política e inflacionaria, de 10,1% en septiembre, la más alta en 40 años.
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“Dada la situación, no puedo cumplir con el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador“, declaró Truss, de 47 años.
La popularidad de Truss cayó en picada después de que diera un giro radical y abandonara su paquete de medidas económicas, que incluía recortes de impuestos masivos y un colosal apoyo a las facturas energéticas, dos cuestiones que hicieron temer un descalabro en las cuentas públicas.
Además, impulsó un polémico plan para eliminar la tasa máxima del impuesto sobre la renta a los más ricos.
El anuncio devaluó la libra y aumentó la inflación, pero sobre todo, inició la debacle de su corto mandato en el Reino Unido.
La propuesta del Gobierno británico de recortar a 40% el tope del 45% al impuesto de renta para los más ricos del país tuvo que ser desechada, un revés del que no se levantó.
Truss y el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, dieron marcha atrás el 3 de octubre a su polémico plan para eliminar la tasa máxima del impuesto sobre la renta, en medio de la lluvia de críticas que recibieron incluso de su propio partido.
El relevo
Con ello arranca el nuevo proceso de votación interna de los conservadores para nombrar a al o a la sustituta de Truss, el cual se organizará rápidamente, de aquí al 28 de octubre.
Según el dispositivo revelado por el partido, tres diputados conservadores, como máximo, podrán presentarse como candidatos oficiales para sucederla y necesitarán tener al menos 100 apoyos (de los 357 representantes conservadores).
Estos apoyos deberán ser presentados de aquí al lunes para una votación el 28 de octubre.
Entre los posibles sucesores se menciona a Rishi Sunak ,Ben Wallace, Suella Braverman, Jeremy Hunt, Penny Mordaunt y el propio Johnson.
Los retos y su imagen
Liz Truss se había presentado un día como una “gran provocadora” y admiradora de Margaret Thatcher, Pero será recordada sobre todo por sus críticos como una destructora durante su breve paso. Debilitó la imagen de su país en el plano internacional y agotó lo que quedaba de unidad en un Partido Conservador fragilizado tras 12 años en el poder.
Truss representa al ala más derechista del Partido Conservador, como Thatcher, apodada la “dama de hierro” por la mano dura con que gobernó el Reino Unido de 1979 a 1990 y a la que soñaba emular.
La primera ministra se enfrentaba a la rebelión entre sus filas y esta semana más de una decena de diputados conservadores habían pedido su renuncia.
“Liz Truss debe irse lo más pronto posible”, sentenció en una tribuna del Daily Telegraph, David Frost, que le había brindado un fuerte apoyo.
Además, el miércoles Truss sufrió un nuevo revés con la dimisión de su ministra de Interior, Suella Bravermam. Su renuncia se sumó a la destitución, el 14 de octubre, del entonces ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng.
Aunque Truss aseguró que era una “luchadora” y no “alguien que abandona”, su cargo pendía de un hilo.
Los conservadores decidieron evitar comicios generales y volverán a iniciar un proceso de elección interna para designar al quinto primer ministro desde que los británicos votaron por el Brexit (la salida de la Unión Europea) en 2016.
El anterior proceso de selección tuvo lugar en el verano boreal, tras la dimisión de Boris Johnson, atrapado por una serie de escándalos.
Reacción mundial
-El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió continuar la cooperación estrech, la amistad de largo plazo y la firmeza de la alianza entre ambos países.
– El mandatario francés, Emmanuel Macron, declaró esperar que el país recuperara “rápidamente” la “estabilidad” por la que atraviesa
-La diplomacia rusa se burló de la renuncia de Truss y añadió que el Reino Unido “nunca había conocido una vergüenza así”.
Con información de agencias
LEG