salud en méxico
Foto: Cuartoscuro / archivo / Las deficiencias registradas en el Sistema de Salud han ocasionado que los mexicanos tengan una mala atención y padezcan la falta de acceso a vacunas, tratamientos y retraso en el diagnóstico de enfermedades  

En los últimos cuatro años, las deficiencias registradas en el Sistema de Salud han ocasionado que los mexicanos tengan una mala atención y padezcan la falta de acceso a vacunas, tratamientos y retraso en el diagnóstico de enfermedades.

Desde que inició la actual administración, la Secretaría de Salud (Ssa) ha registrado al menos 13 cambios que no han logrado resolver al 100% el problema de compra, distribución y abasto de medicamentos.

A finales de 2018, la Secretaría de Hacienda anunció que sería la responsable de hacer las compras consolidadas de todo el Gobierno, incluidos los medicamentos; en marzo de 2019, la administración federal decidió, por orden del Presidente, romper negociaciones con las distribuidoras de medicinas a las que acusó de corruptas.

Asimismo, en abril de ese año se realizó la primera compra directa de Hacienda y, ante la falta de resultados y ya con un desabasto de medicamentos, en julio de 2020 se firmó un acuerdo con la ONU para facilitar las compras que harían en el extranjero; para lo cual en noviembre se expidió un decreto que ordena a Cofepris agilizar la expedición de registro de medicamentos en máximo cinco días.

En enero del año pasado, la UNOPS inició la compra consolidada en la que participaron 218 empresas de 28 países. Ante la pronta solución del desabasto por la compra tardía, en julio de 2021 el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) realizó otra compra paralela de medicamentos. Y es hasta febrero de este año cuando se decide que la Secretaría de la Defensa y Birmex participarán en la distribución de los insumos y medicamentos.

De esa manera, decisiones tomadas desde el principio del Gobierno de la denominada cuarta transformación –como desaparecer el Seguro Popular y la creación del Insabi sin reglas claras de operación y el mandato de generar un nuevo esquema de compra de medicamentos, bajo el argumento de la corrupción– ocasionaron que México enfrentara la pandemia de Covid-19 con un sistema de Salud deteriorado.

ADVIERTEN CRISIS

El exsecretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, advirtió que en materia de Salud, México vive una verdadera crisis .

Alertó que los recursos para vacunación a menores y la compra de materiales de curación y suministros presentan reducciones considerables, que, aunado a las transiciones entre el Seguro Popular, Insabi e IMSS Bienestar, “colocan en una condición de vulnerabilidad a la población que no tiene seguridad social”.

Dijo que con base en información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 15.6 millones de mexicanos; es decir, 12% de la población total, perdieron acceso a instituciones de salud en 2020.

Además, recordó que, a escala internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que cada país debe destinar mínimo 6% del Producto Interno Bruto (PIB) al sistema de salud, y México entre 2010 y 2022 sólo destinó entre 2.5% y 2.9% del PIB, mientras que durante la pandemia llegó a 3.3%, pese a que el promedio de la OCDE es 9%; es decir, tres veces más.

Y es que de acuerdo con la Encuesta continua de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2021, el 70% de las personas que se atendieron por Covid-19 lo hicieron en los servicios privados.

Desde febrero de 2020 a la fecha, se han registrado en México 500 mil a760 muertes por Covid-19 de acuerdo con el Registro Nacional de Población (Renapo), que obtiene la información de las actas de defunción.

RENUNCIAS POR MALAS DECISIONES

El Sistema de Salud también ha evidenciado el desorden al interior del Gobierno, lo que se ha reflejado en renuncias de personal de alto mando.

En mayo de 2019, Germán Martínez renunció a la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al acusar injerencia perniciosa de funcionarios de Hacienda en las finanzas de la institución.

Un año después, en junio de 2020, renunció Asa Cristina Laurell a la Subsecretaría de Integración y Desarrollo de la Secretaría de Salud, por desacuerdos con el secretario, Jorge Alcocer, y su pretensión de desaparecer el área.

En enero de 2021 y en medio del inicio del plan de vacunación contra Covid-19, también renunció Miriam Veras Godoy, a la dirección general del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y de la Adolescencia (Censia), encargado de la vacunación en general, y hasta ahora no han realizado un nuevo nombramiento en su lugar.

De acuerdo con la ENSANUT 2021, sólo 27.5% de los niños y niñas de un año de edad tuvieron esquema de vacunación completo.

El sábado pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció la falta de medicamentos. En un evento en Olinalá, Guerrero, el mandatario respondió así a los reclamos de los habitantes:

“Ahora no hay, pero va a haber. Ese es mi compromiso. (…) Está en la Constitución el derecho a la salud, la atención médica y los medicamentos gratuitos, antes de que termine mi mandato quedarán arreglados los hospitales, con equipo, con medicinas suficientes, con especialistas”, dijo.

“No tengo de otra más que esperar”

Por: Valeria Chaparro

Comprar los medicamentos en farmacias de bajo costo o retrasar la toma de algún fármaco para que les dure por más tiempo, son algunas de las formas en las que los pacientes enfrentan el desabasto que hay en el sector salud.

Delia López es una joven que padece de trastorno bipolar y se atiende en una clínica ubicada en la ciudad de Puebla de Zaragoza.

En entrevista con este diario, comentó que la falta de medicinas es común y “desgraciadamente no me puedo permitir comprarlos, porque los que suelen faltar son justo los medicamentos controlados, y por consiguiente son más caros”.

De acuerdo con la joven universitaria, la quetiapina es uno de las medicinas que forman parte de su tratamiento, pero en su clínica no la tienen: “No tengo de otra más que esperar”.

En tanto, Zuri comentó que, pese a que el médico se lo ha recetado, en la institución en la que se atiende “nunca han tenido hidroxicina”, por lo que debe comprarla.

Ella acude a un centro médico en el Estado de México y está diagnosticada con ansiedad y depresión, por lo que los medicamentos son indispensables.

Acotó que, si bien el costo de este medicamento no es muy elevado, pues oscila en los 60 pesos, si se tratara de cubrir la totalidad de su tratamiento no tendría la oportunidad de costearlo.

“Tomo de diferentes pastillas, el total de mi tratamiento ya se sale de lo que podría pagar. Espero que de lo demás siempre haya”, externó a este diario.

El problema del desabasto se extiende por todo el país. En ese sentido, Lucero Torres, trabajadora de un hospital público en Yucatán, aseguró que es cotidiana la falta de fármacos “de alta demandad”.

Entre ellos, destacó la mujer, están el biperideno, usado para tratar la enfermedad de Parkinson; el lorazepam, un fármaco controlado que se emplea para aliviar la ansiedad; el carbonato de litio, prescrito para quienes padecen Trastorno Afectivo Bipolar; entre otros.

“Es mejor comprarlo, porque surten a veces hasta después de seis meses. O preguntarle a tu médico qué medicamento te puede dar para reemplazar el que falta”, declaró la trabajadora.

 

LEG