De rostro adusto y ataviado con camisa blanca, J. C. P. A. aparece en Facebook junto a los bachilleres a los que dio clases, en su faceta como maestro, pues su otro trabajo es el tráfico de armas en el sureste del país.
Identificado como El Profe, la inteligencia militar le sigue los pasos. Sabe dónde vive, quién es su familia, en qué escuela trabaja, sus redes de contactos y que en 2011 se enlistó en la división comunitaria de las Fuerzas Armadas, pero lo dieron de baja por sus constantes faltas a los entrenamientos.
El maestro de educación media superior está cableado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene intervenidas sus comunicaciones, pues se considera un blanco de alta prioridad para la Seguridad Nacional del país debido a que es el encargado de ingresar armas por la frontera de Chiapas con Guatemala.
Uno de los informes de inteligencia, de agosto pasado –al cual 24 HORAS tuvo acceso por correos hackeados por el grupo Guacamaya– indica que El Profe podría ser el proveedor de armas de alto calibre que han sido utilizadas en conflictos entre comunidades indígenas de la selva chiapaneca.
También es el proveedor de fusiles del grupo delictivo Los Pelones, que controla el tráfico de indocumentados y drogas en esa región del país, con conexiones con otras organizaciones del narcotráfico.
Mediante el seguimiento técnico, los servicios de inteligencia del Ejército determinaron su modus operandi: el trabajo de maestro preparatoriano es la fechada que encubre sus actividades ilícitas que, además del tráfico de armas, incluyen el manejo de recursos de procedencia ilícita y ayuda al grupo de Los Pelones como intermediario para la cooptación de autoridades.
Mediante las escuchas, la Defensa Nacional identificó que se trata de un negocio familiar, pues su esposa es la encargada de recibir y empaquetar las armas y cartuchos para su distribución.
Mientras que el proveedor de El Profe es un guatemalteco, identificado como Robert, posiblemente con nexos con escisiones de la Mara Salvatrucha.
Los fusiles de alto poder se entregan mediante un tráfico hormiga en Venustiano Carranza, Chiapas, cuyas armas son traídas a pie por un hombre, señalado por el Ejército como José.
El maestro de bachilleres recolecta el armamento en lugares públicos: parques y centros comerciales son sus predilectos para hacer el intercambio.
Un fusil de alto poder tendría un valor de 80 mil pesos, sin que se conozca si este ya fue utilizado por otros grupos del crimen organizado.
En una de las últimas comunicaciones interceptadas por la inteligencia militar, El Profe concretó una venta de mil 200 cartuchos de arma calibre 38 especial, así como dos pistolas calibre 9 milímetros, de uso exclusivo del Ejército.
Debido a la información que podría aportar al combate al crimen y la generación de violencia en el sur del país, los encargados del seguimiento a J. C. P. A. recomendaron, en agosto pasado a los altos mandos militares, que se incrementara el seguimiento para cerrar el cerco e identificar el domicilio en el que guardaba las armas y cartuchos, el cual, se presume, era uno familiar.
El objetivo de los servicios de inteligencia de la Defensa Nacional era tener información precisa de un intercambio de armas, para “su detención en flagrancia, así como de su proveedor”.
LEG