Con un libreto que plantea un relato de ficción, el cubano estadounidense Nilo Cruz, ganador del premio Pulitzer, presenta a un Diego Rivera en plena agonía en el Día de los Muertos, quien le pide a La Catrina que regrese a Frida Kahlo del Mictlán para que lo ayude a cruzar al inframundo. Kahlo no quiere volver a la tierra porque ha dejado de ser víctima del dolor.
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Es así como da inicio la trama de El último sueño de Frida y Diego, obra comisionada y producida por la Ópera de San Diego y la Ópera de San Francisco, misma que reúne a un gran grupo creativo de mexicanos como Lorena Maza en la dirección de escena, Jorge Ballina en la escenografía, Eloise Kazan en el vestuario, Víctor Zapatero en la iluminación y Ruby Tagle en la coreografía.
“Ha sido un camino bastante largo, hemos trabajado en esta ópera desde 2019, con distintos workshop que se hicieron a lo largo de estos años, y justamente porque se fue escribiendo conforme la íbamos cantando y terminamos el primer acto; a los dos años nos volvió a citar para continuar con el segundo acto, que fue este año en febrero, así es que básicamente la compositora escribió el rol pues como un diseñador de modas a nuestro cuerpo, como un sastre”, dijo en entrevista con 24 HORAS la soprano María Katzarava.
La ópera que tuvo su debut mundial este sábado en el Civic Theatre de San Diego, asegura Maza, es un momento relevante para los artistas escénicos mexicanos, para quien uno de los objetivos es atraer al público latino al verse representado con personajes tan icónicos como los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera hablando en su idioma.
La ópera fue compuesta por Gabriela Lena Frank, ganadora del Grammy Latino, de ascendencia peruana. Los cantantes principales también son mexicanos: la mezzosoprano Guadalupe Paz como Frida, el barítono Alfredo Daza como Diego Rivera, y la soprano María Katzarava como La Catrina, exceptuando al contratenor afroestadounidense Key’mon Murrah en el rol de Leonardo.
El director de orquesta es el mexicano Roberto Kalb y, según calcula Maza, la mitad del coro, integrado por 36 cantantes, es de origen latino.
“Esta pieza operística interpreto a La Catrina la jefa, la dueña del Inframundo, soy la que mueve todos los hilos, por ello este es un rol muy importante ya que también está prácticamente todo el tiempo en la escena y funge ese papel, aunque sea como la mala, pero es buena, ella es buena porque es la que ayuda, es el conducto para que Diego vuelva a reencontrarse con esta Frida”, añade Katzarava.
La soprano catalogó la recepción de esta ópera por parte del público, antes de su estreno oficial, como “un concierto de Madonna, como un concierto de rock, porque la euforia fue tal que al público le gustó muchísimo”, añadió.
María Katzarava asegura que el solo hecho de hablar de Frida, de Diego, que son íconos mundialmente conocidos, el Día de Muertos, podría garantizar el éxito de esta pieza, aunque nunca se imaginó ser parte de una puesta tan especial.
“Cuando me presentaron la ópera en 2019, con música extraña, totalmente nueva, supe que era una pieza muy compleja lo que la hacía más complicada musicalmente, armónicamente también hablando, es muy compleja, por lo que me llevó mucho tiempo poderla asimilar, aprender, interiorizar por como está escrita, pero es preciosa.
“Además de todo, es la primera vez en mi carrera que en la voz también tengo que ser una grandísima actriz, tengo que hacer unos colores que jamás, nunca, había hecho, como sonidos, risas, carcajadas de bruja, carraspeos, osea realmente tienes que entrar en el rol de La Catrina, no es el campo bonito, si no que realmente tienes que aprender a ser una actriz en la voz al 100%, así que tienes que ensuciarla, ser más actriz que cantante”, comenta la cantante.
El último sueño de Frida y Diego también es una historia de perdón y reconciliación y de encontrar la identidad a través del arte, en palabras de Maza, involucrada desde hace tres años en este proyecto operístico que dará funciones el 1, 4 y 6 de noviembre en el Civic Theatre de San Diego; mientras que se tiene programada para presentaciones del 13 al 30 de junio de 2023 en la Ópera de San Francisco y la expectativa es que pueda presentarse en otras casas operísticas de Estados Unidos.
Al ser cuestionada sobre la posibilidad de presentarse en México, María Katzarava comentó que a ella le encantaría, “pero todo dependerá de los teatros, tienen que verla y comprar la ópera, entonces yo creo que sería una ópera que es muy fácil de llevar y es muy fácil de que al público le guste, es un tema que gusta, lo hemos visto estos últimos días en México, el tema del Día de Muertos; Frida y Diego son sinónimos de éxito”, finalizó.
PRODUCCIÓN DE PRIMER NIVEL
Jorge Ballina diseñó, como parte de la escenografía, una estructura de cuatro niveles que por momentos simboliza el inframundo, de tonalidad anaranjada, y en otras ocasiones el lugar donde habitan los vivos, de color azul. Se vale, además, de una serie de marcos concéntricos.
Hay actrices que representan en vivo los distintos autorretratos de Frida y Eloise Kazan hace su propia versión del vestuario y, sin copiar nada textualmente, el público podrá reconocer obras como El venado herido o La columna rota, según la directora de escena Eloise Kazan.
LEG