¿Cuál es la urgencia de AMLO de imponer la reforma electoral y desaparecer al INE? ¿Para qué enviar al secretario de Gobernación -Adán Augusto López- a cada estado y desde sus congresos locales atacar e insultar a sus opositores? ¿Por qué el absurdo embate de la CNDH -Rosario Piedra Ibarra- acusando al INE de “sabotear la voluntad del pueblo”?
Pues, porque desde Palacio Nacional no tienen nada claro, el futuro de las elecciones de 2024 y la continuidad de la 4T.
AMLO solo ve dos candidatos que puedan dar continuidad a su proyecto político: Claudia Sheinbaum -la favorita- y Adán Augusto López. Mientras tanto, Ricardo Monreal espera estratégicamente el momento de su salida de Morena -previsiblemente a inicios del año próximo- para tener el tiempo suficiente de lograr un posicionamiento político nacional y encontrar el espacio partidista desde el cuál presentar su plataforma electoral que tendrá que ser de alto contraste vs. Morena.
Ebrard sabe que sus oportunidades de rebasar a los dos punteros de Morena son mínimas, a lo más que puede aspirar es al Senado o la embajada de Francia. No hay más.
Pero en la medida que el desencanto del Presidente se va acrecentando en las clases medias y que los efectos inevitables de la inflación y la recesión dañen de forma aún mayor la economía de los grupos más vulnerables: carestía, desempleo, incrementos en la delincuencia, afectación a los servicios públicos en general, etc. Harán que el margen de maniobra de Morena y sus candidatos sea cada vez menor y los argumentos de sus adversarios políticos se verán claramente fortalecidos.
La solución para la 4T -y tal vez la única- es liquidar al INE y colocar en su lugar al Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) con las siguientes consecuencias:
- La elección de consejeros y magistrados será por la vía del voto popular, lo cual crearía un caos político y el fin del profesionalismo en materia electoral.
- Desaparecen los organismos electorales locales, el INEC sería el único árbitro electoral a nivel nacional. Terrible.
- Se eliminan los senadores y diputados de mayoría relativa y solo tendríamos legisladores de representación proporcional con base en listas estatales. Los ciudadanos ya no tendremos ningún vínculo con nuestros legisladores. Esta modificación es de extrema gravedad, es el fin de la representación directa en las Cámaras y con ello, del federalismo. Se instaura la dictadura del partido oficial.
- Prácticamente solo habría propaganda gubernamental, la permitida a los partidos políticos sería de únicamente 18 minutos diarios por cada estación de radio y TV durante los procesos electorales.
- Para la revocación de mandato, el porcentaje de participación ciudadana se reduce a 33% -que es la base electoral máxima de Morena- y aseguran de la permanencia de la 4T.
Esta nueva intentona de AMLO de eliminar al INE es casi un “golpe de estado electoral” que no puede ser tolerado ni por los ciudadanos ni por ningún partido político de oposición. La Alianza no puede permitirlo y menos el PRI -si le queda algo de vergüenza-.
Tenemos menos de un mes para evitar que México y el INEC se transformen en una autocracia dirigida desde “La Chingada” -el rancho de AMLO en Tabasco- y perdamos al INE, garante de nuestra democracia, que con todas sus imperfecciones, es infinitamente mejor que la propuesta del Presidente.
Para todos los que creemos en la libertad y la democracia, sin distinción de signo partidista, es un grave peligro. No permitamos la muerte del INE. Concentrémonos en este tema. No hay nada más importante.
@Pancho_Graue