El pasado 2 de noviembre Netflix unió a su colección de historias de asesinos a ‘Killer Sally :La fisicoculturista asesina‘, aunque esta historia podría romper un poco el patrón que se ha manejado en estos casos.
Sally McNeil es el verdadero nombre de esta mujer que llamó la atención de la realizadora Nanette Burstein quien de la mano del estudio Firehouse Films dio vida a una docuserie de tres capítulos donde se mezclan los testimonios de la propia Sally, los de sus hijos y otras personas.
¿Cual es la historia de la fisicoculturista Sally?
Sally nació en 1960 y según sus testimonios su vida estuvo marcada por el abuso y el instinto de supervivencia.
La mujer fue parte del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos donde alcanzó el rango de Sargento y ganó dos veces el Campeonato de Físico de las Fuerzas Armadas de EU.
Su pasión por el fisicoculturismo la acercó a Ray McNeil quien no solo pertenecía a la marina sino que también compartía su misma disciplina.
Antes de conocer a Ray, Sally ya había estado casado con un hombre quien también estuvo en listado y con quien procreó a sus hijos Shantina y John. Su matrimonio terminó debido a la violencia que este ejercía sobre todos.
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La vida de la exmilitar cambió para siempre un 14 de febrero de 1995, cuando en pleno día de San Valentin causó revuelo que una fisicoculturistas había matado a disparos a su esposo en su departamento en Oceanside, California.
Fue la propia Sally quien llamó a la policía y confesó que Ray McNeil había muerto de dos tiros con una escopeta.
Al momento de presentarse ante la ley, la exfisicoculturista alegó que se retrato de un acto en defensa personal, puesto que Ray se encontraba estrangulándola, sin embargo, la ley no estuvo de su lado.
El jurado la declaro culpable de asesinato en segundo grado con una condena de 19 años a cadea perpetua, debido a un cartucho que encontrado en el dormitroio y sugeria que Sally no habia hecho los tiros al mismo tiempo sino que habia salido y regresado a la habitación para disparar a Ryan por segunda vez.
Sally era el sostén de su familia, y aunado a la violencia familiar que vivía con Ray también debía pagar por los esteroides que el hombre necesitaba para mantener su excelente físico.
Uno de los modos en que Sally conseguía dinero era participando en videos fetichistas de lucha libre donde peleaba con hombres de manera sensual.
Los medios y la opinión pública arremetieron contra Sally con dureza, se burlaban de ella llamándola la ‘novia musculosa’ y la ‘princesa inflada’ debido a su físico.
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Aunado a esto, su ex marido, Anthony Lowden, salió a declarar presuntos comportamientos agresivos que su exesposa había adquirido después de comenzar a consumir esteroides, lo que no ayudaba a la imagen de la sentenciada.
Posteriormente, trascendió que Sally amenazó a mujeres con las que se creía que Ray la engañaba y en 1990, fue suspendida del Comité Nacional de Física tras atacar a una mujer que supuestamente tenía una aventura con Ray.
A pesar de esto, Sally alegó que todo se trataba de una larga historia de violencia que incluso ya afectaba a sus hijos por lo que actuó en consecuencia al maltrato.
“Recuerdo lo tortuoso que solía ser estar sentado y verlo abusar de mi hermana y saber que yo era el siguiente”, dijo su hijo en el documental.
Testigos de la situación aseguraron que ella protegía a sus hijo como “un animal salvaje” y que jamás compartió con nadie la situación de violencia que estaba viviendo.
McNeil cumplió su sentencia en el Centro de Mujeres de California Central en Chowchilla, California y su libertad condicional fue otorgada por el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California el 29 de mayo de 2020.
Actualmente está viva y pudo colaborar con la creación de esta serie que ya está disponible en Netflix.
GR