En decenas de documentos contenidos en los correos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el grupo de piratas digitales Guakamaya, se aprecian a detalle los trabajos realizados en los tramos 6 y 7 del Tren Maya -listos para iniciar la obra- sus avances en muestreos forestales, vuelos lidar, levantamientos topográficos y también sus retrasos en estudios de impacto social, urbano y arqueológico.
La Sedena, como se puede dar cuenta en los correos hackeados, da informes periódicos al Fondo Nacional de Fomento al Turismo y a Javier May, su titular.
En el tramo 6, de 255.5 kilómetros de extensión, se contaban, hasta agosto pasado, con 29.16% del derecho de vía necesario para construir el proyecto.
Lo más avanzado son muestreo forestal, con un avance de 68%. Le siguen los estudios hidrológicos, de procesamiento lidar y de topografía.
LOS RETRASOS
Los mayores retrasos los presentan los estudios geológicos, geofísicos, de inundabilidad, geohidrológicos y del drenaje.
Tanto la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) como el cambio de uso de suelo de tipo forestal cuentan con autorización provisional, de junio y julio, respectivamente.
En el caso del tramo 7, de 256.7 kilómetros, que va de Bacalar a Escárcega, en un reporte del 8 de agosto pasado, se informó que los avances de exploración mediante pozos a cielo abierto son de 36%.
El censo forestal tiene un avance en este tramo del 59 por ciento, el muestreo florístico y faunístico del 41.4%, con relación en la liberación de premarcajes para estudios de geotecnia es de 36%.
Asimismo, se indica que falta adquirir 54% de ejes de vía por adquirir.
Con la MIA y el cambio de uso de suelo, la Sedena se alista para iniciar trabajos en las obras del tramo 6 y 7 del Tren Maya.
Además de estas actividades, la Sedena licitó dos contratos para la adquisición de los rieles que colocarán en estos tramos.
LEG