México decidió mantener una Línea de Crédito Flexible con el FMI por un monto de acceso equivalente a aproximadamente 47 mil millones de dólares, debido a que crecieron los factores de riesgo externo debido a la guerra en Ucrania y a las medidas monetarias para contener la inflación.
“La economía mundial se ha debilitado como resultado de la pandemia, de las afectaciones económicas derivadas de la invasión de Rusia a Ucrania y de un
apretamiento de las condiciones financieras globales, debido a un retiro más acelerado del estímulo monetario para contener los altos niveles de inflación”, informó en un comunicado la Comisión de Cambios, el órgano encargado de la política cambiaria en el país e integrado por Hacienda y Banxico.
La comisión indicó que acorde al panorama de riesgos que enfrente México, continuará evaluando la implementación de la estrategia de salida gradual y ordenada, anunciada en 2017, y a través de la cual ha ido reduciendo el monto de acceso al crédito.
México nunca ha usado la línea de crédito, otorgada por última vez en noviembre de 2021 por un plazo de dos años.
Este instrumento fue diseñado por el prestamista internacional con el objetivo de facilitar dinero a países que tienen escasez de liquidez, y que puedan destinarlo en diversas necesidades y circunstancias.
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El país puede ejercer la línea en cualquier momento dentro de un periodo predeterminado o usarla como un instrumento precautorio.
“La recuperación de México de la pandemia está encaminada, pero un entorno externo más turbulento, el aumento de la inflación mundial y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, así como la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos, plantean nuevos desafíos y riesgos para su recuperación”, dijo Antoinette Sayeh, subdirectora gerente del FMI, de acuerdo con un comunicado del organismo.
“Sin embargo, la economía ha demostrado resiliencia gracias a la gran solidez de las políticas y los marcos de políticas institucionales, incluidos un régimen de tipo de cambio flexible, un marco creíble de objetivos de inflación, una ley de responsabilidad fiscal y un sector financiero bien regulado”, agregó al término de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo del FMI sobre México.
Sayeh declaró que varios factores ensombrecen las perspectivas para México: entre ellos, los riesgos elevados de una desaceleración en las economías avanzadas, el endurecimiento desordenado de los mercados financieros mundiales, la invasión rusa a Ucrania, la desaceleración de China y las variaciones de precios de las materias primas.
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Por ello, apuntó, la Línea de Crédito Flexible continuará siendo un instrumento importante de apoyo a la estrategia macroeconómica de las autoridades al ofrecer un seguro frente a los riesgos extremos y apuntalar la confianza del mercado.
“Las autoridades tienen una trayectoria de sólida gestión de las políticas y están firmemente comprometidas a mantener políticas prudentes en el futuro. A raíz de los mayores riesgos externos, han decidido mantener el nivel actual de acceso, pero han ratificado su compromiso de buscar una vía gradual de salida, lo cual dependerá de la evolución de los riesgos externos. Las autoridades tienen la intención de seguir tratando el acuerdo con carácter precautorio”, expresó.