Para dar cumplimiento a la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el marco del Plan de Justicia de los Pueblos Wixárika, O’dam, Na’ayeri y Meshikan de los estados de Jalisco, Nayarit y Durango, autoridades tradicionales y representantes del Gobierno de México iniciaron el recorrido formal para reconocer sus cinco lugares sagrados.
Como un acontecimiento inédito en la historia reciente del país, fue visitado el lugar sagrado de Tatei Haramara, ubicado en la isla del Rey, San Blas, Nayarit, donde los guías espirituales (mara´akames), autoridades tradicionales y representantes de unas 15 dependencias federales, participaron durante toda una noche en ceremonias tradicionales de purificación y en el depósito de ofrendas para las deidades.
Ante los gobernadores tradicionales wixárikas de San Sebastián y San Andrés, así como los na’ayeri de Jesús María y Santa María de Ocotán, así como una veintena de mara´akames, el director general del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, recordó que el presidente ha dicho que la transformación nacional tiene dos dimensiones, la material y espiritual.
La primera, dijo, tiene que ver con la aplicación de programas de gobierno, los caminos de concreto y obras de educación, salud y bienestar, entre otras, estipuladas en el plan de justicia de estos pueblos de la sierra madre occidental.
Pero el pilar fundamental de la transformación nacional y del plan de justicia es la dimensión espiritual y creo que ustedes son punta de lanza, porque para ustedes no es discurso ni palabra, sino que es acción que están viviendo en sus tradiciones cotidianas, destacó.
“Por eso el decreto que estamos construyendo para reconocer los lugares sagrados tiene mucha importancia, porque estamos hablando de la transformación espiritual, de la revolución de las conciencias, del reconocimiento del México profundo, que es un término que en su momento acuñó Don Guillermo Bonfil Batalla”.
En este lugar sagrado ancestral –donde se venera al agua y se pide por la lluvia, la vida y la abundancia–, reiteró que las y los servidores públicos de la Administración Pública Federal acudieron a las ceremonias con mucho respeto, con el corazón en la mano.
En presencia de representantes del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, señaló que este Gobierno demuestra con hechos y con la voluntad del presidente López Obrador, que trabaja para el pueblo, convive con el pueblo y sirve al pueblo. La manera de hacerlo, añadió, es trabajar desde la comunidad, no desde las oficinas.
“Con el plan de justicia y el reconocimiento de los lugares sagrados estamos avanzando en el camino y en la dirección correcta”, reiteró Adelfo Regino ante la presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, (Conapred), Claudia Olivia Morales Reza y la comisionada para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de la Secretaría de Gobernación (Segob), Josefina Bravo Rangel.
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Documentan límites del lugar sagrado
En asamblea con las autoridades tradicionales, servidoras y servidores públicos federales, el titular del INPI llamó a todas las partes para que aporten toda la documentación oficial histórica que permita amparar jurídicamente en el proyecto de decreto, los límites territoriales de Tatei Haramara, en esas costas nayaritas.
En ese sentido, la Unión Wixárika de Lugares Sagrados entregó tres documentos: el primero, un título de propiedad correspondiente al centro ceremonial huichol por una superficie de 50.78 hectáreas de agostaderos.
Una segunda carpeta con oficio dirigido a Víctor Manuel Toledo, ex titular de la Semarnat, con una solicitud de apoyo para la concesión de 122 mil 342.95 metros cuadrados para la reserva ecológica del lugar sagrado Tatei Haramara, así como el acuerdo por el que se hizo la declaratoria de lugar sagrado en 1990.
También fue presentado el acuerdo de la Semarnat mediante el cual se destinan 83 mil 042.17 metros cuadrados de zona federal marítimo terrestre al gobierno del estado, para uso de protección ambiental y aprovechamiento de las etnias, con fecha de 27 de julio de 2012.
Finalmente, representantes de la Procuraduría Agraria (PA) y del Registro Agrario Nacional (RAN), facilitaron una copia simple de un plano de entrega parcial de tierras a la comunidad indígena de Nueva Villa de San Blas, colindante con el lugar sagrado, por disposición del Tribunal Unitario Agrario (TUA) de distrito, el 19 de febrero de 2007.
Antes del recorrido para establecer la poligonal del lugar sagrado Tatei Haramara, Adelfo Regino explicó que previo a las mediciones era necesario llevar a cabo las ceremonias tradicionales, en las que los guías espirituales, piden autorización a sus deidades para que todos los trabajos lleguen a buen término.
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Ceremonias tradicionales y ofrendas
Desde la tarde del 15 de noviembre, más de una docena de lanchas cruzaron el estero desde el puerto de San Blas a la isla del Rey, para transportar a unas cien personas, funcionarios públicos, autoridades tradicionales y guías espirituales (hombres y mujeres), para participar en las ofrendas, cantos y ceremonias tradicionales que condujeron los mara´akames.
Y es que los antepasados heredaron esta tradición ritual que prevalece hasta la fecha, porque sabían lo que hacían, tenían sentido del ser humano y del universo, venerando a los elementos como el agua, el fuego, la tierra y el viento, así como al orientarse en los cuatro puntos cardinales.
Al iniciar las ceremonias autoridades tradicionales manifestaron que por primera vez tienen un gobierno federal que los escucha y atiende. El presidente Andrés Manuel López Obrador es el único que nos ha visitado y nos ha escuchado, coincidieron varios de los oradores.
En estas jornadas que abarcaron varias asambleas, el gobernador tradicional de Jesús María, celebró el conjunto de acuerdos del Plan de Justicia y destacó la participación de los Consejos de Ancianos de las comunidades en todas las decisiones, ya que los gobernadores únicamente son portavoces y no deciden por su cuenta los acuerdos con las otras instancias de gobierno.
Durante toda la noche se mantuvieron encendidas dos grandes fogatas y se realizaron procesiones alrededor de ellas para purificar las velas, los cirios y las ofrendas que llevaron las y los servidores públicos, así como los propios indígenas wixárikas y na´ayeris que comparten este sitio sagrado y se hermanan gracias a sus culturas y tradiciones.
Después de que las y los guías espirituales danzaron y cantaron toda la madrugada, al amanecer del 16 de noviembre realizaron ofrendas en la “cueva de la semilla”, donde encendieron rezos y profesaron más bendiciones para las y los asistentes, que se mostraron sorprendidos y agradecidos al entrar al corazón de estas culturas milenarias.
Posteriormente toda la concurrencia caminó hasta la playa para depositar las ofrendas ya bendecidas, frente a la “piedra blanca”, que es otro de sus puntos sagrados y que forma parte de Tatei Haramara.
Para culminar con las actividades del día, dos comitivas se dirigieron a los puntos que el pueblo wixárika –que realiza peregrinaciones desde Jalisco–, considera sagrados, igual que los na´ayeris que tienen el dominio territorial.
Participaron en los trabajos representantes de las Secretarías de Gobernación; Medio Ambiente y Recursos Naturales; Hacienda y Crédito Público (SHCP); Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y Cultura, (Seculta); así como de los Institutos Nacionales de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INAABIM); de Antropología e Historia (INAH), Lenguas Indígenas (INALI); Mexicano de la Tecnología del Agua (IMTA), Bellas Artes y Literatura (INBAL), así como de Estadística Geografía e Informática.
Del mismo modo, de las Comisiones Nacionales de Prevención contra la Discriminación; Forestal (Conafor) y de Áreas Naturales Protegidas (CONAMP), así como de la sub dirección de la Secretaría de Derechos Humanos del estado de Nayarit, entre otras.
JC