La oposición en México sigue sin dar señales de vida y, conforme pasa el tiempo, es más notorio que carece de propuestas viables con las que pueda encarar al oficialismo. Ello no hace sino provocar que se extienda la brecha de la desconfianza en instituciones y partidos políticos.
La labor opositora de las fuerzas políticas está cada vez más desprestigiada y hasta extraviada. El PAN, por ejemplo, está anunciando candidatos en Baja California y Sonora asociados con personajes que tienen procesos en contra por daños al erario público durante sus administraciones (Francisco Kiko Vega y Guillermo Padrés).
El primero de ellos pactó a tiempo con el entonces gobernador Jaime Bonilla, mientras que el segundo no corrió la misma suerte con su sucesora e incluso estuvo preso.
Ambos reaparecen en la escena pública después de aniquilar al panismo en sus respectivos estados y de haber sido considerados como dos de los peores gobernadores en la historia de ese instituto político.
Y aunque las reacciones negativas al interior del blanquiazul no se han hecho esperar, no ha habido un bloqueo para ninguno de los dos; al contrario, se ha compartido el tema con la élite priista que resultó aliada.
El PRIAN como alianza tiene un problema muy serio porque se trata de la unión de un tricolor débil que está dando patadas de ahogado con un PAN aletargado. Hay que ver el caso del Estado de México, donde según la reciente encuesta del diario Reforma, Morena, en alianza con el PT, Verde Ecologista y Nueva Alianza, contaría con 38% de los votos, mientras que la coalición conformada por PRI-PAN-PRD tendría solo 22% de las preferencias. Además, al preguntar a los ciudadanos, ¿cuál es el partido por el que nunca votarían? 42% respondió que por el PRI. Golpe demoledor.
Movimiento Ciudadano, por el contrario, ha sido congruente con sus pronunciamientos, hay que recordar que el propio Dante Delgado ha calificado a Va por México como un Titanic que se hunde al fondo del mar.
Sin temor a equivocaciones, MC se perfila como el partido que más ha crecido en comparación con las otras fuerzas políticas de oposición. En las pasadas elecciones locales en Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, aumentó entre 3% y 13% su porcentaje de votación.
En el partido naranja están convencidos de que es mejor jugar solos que unirse a organismos que solo buscan el beneficio de sus dirigentes y sus grupos más cercanos, sin ofrecer ninguna otra alternativa, ni de rostros y mucho menos de propuestas que puedan ser atractivos para la sociedad.
Una tercera vía es la única que permitirá que se generen nuevamente ambientes propicios para la consolidación de la paz. La verdadera alianza es con los sectores del país que sí están comprometidos con el progreso, a través de un análisis profundo de los problemas complejos que enfrenta el país.
Pero tal parece que eso no lo terminan de entender en una oposición que cada vez se ve más extraviada.
@JuanMDeAnda