La venta del avión presidencial TP-02, que sirvió durante 28 años a los mandatarios mexicanos, es un misterio, pues la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) clasificaron como inexistente el destino de los recursos obtenidos por su subasta.
En junio de 2021, el Indep subastó el Boeing 757 (que sirvió como transporte aéreo presidencial oficial hasta 2016) en 65 millones de pesos, a un comprador que todavía se mantiene en el anonimato.
De acuerdo con un seguimiento de solicitudes de información, que se hallaron en la Plataforma Nacional de Transparencia, desde junio del año pasado las tres dependencias involucradas en su venta desconocen a dónde se enviaron los 65 millones de pesos de ganancia de su venta.
El Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, como vendedor del activo del extinto Estado Mayor Presidencial, señaló que solo se encargaba de concentrar los recursos remanentes y pasarlos a la dependencia beneficiada, sin mayor explicación.
En la solicitud de información con terminación 0161, el Indep indica que “en atención a su requerimiento se hace de su conocimiento que los recursos obtenidos por los procedimientos de venta realizados se les da el tratamiento previsto en el primer párrafo del artículo 89 de la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público y el remanente es entregado a quien tenga derecho a recibirlos”.
A su vez, la SHCP, en la solicitud con terminación 1323, señaló que la Dirección de Programación y Presupuesto y la de Asuntos Jurídicos de la Tesorería de la Federación no encontraron ninguna información de posibles transferencias de recursos desde el Indep por la venta del antiguo avión presidencial, el cual, de 2016 a 2018, sirvió como transporte de elementos del desaparecido Estado Mayor Presidencial.
En conclusión, la dependencia federal determinó que “se confirma la inexistencia de la información manifestada por la Subsecretaría de Egresos y la Tesorería de la Federación respecto de destino de los recursos obtenidos por la venta del Boeing 757 propiedad de la Fuerza Aérea Mexicana, con matrícula TP- subastado por el Indep en junio de 2021”.
La SHCP señaló que, de existir información, se debería solicitar a la Secretaría de la Defensa Nacional o al Instituto Nacional para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep).
Sin embargo, el pasado 14 de noviembre, el Ejército clasificó como inexistente cualquier tipo de información acerca del destino de los recursos por 65 millones de pesos derivados de la subasta del TP02.
A más de un año de su venta, la Sedena señaló que “se hace de su conocimiento que después de una búsqueda exhaustiva en los archivos físicos y digitales de esta secretaría, no se localizó expresión documental que atienda su solicitud”; es decir, no existe información de si el Ejército recibió los 65 millones de pesos, producto de las ganancias por la subasta del TP02.
El TP02, conocido como Presidente Juárez, fue el transporte aéreo de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto (este último durante cuatro años de su sexenio).
La aeronave cuenta con 26 asientos presidenciales en la parte delantera; en medio tiene una habitación, y en la parte trasera cuenta con más de 30 asientos, que eran utilizados por representantes de los medios de comunicación y elementos del extinto Estado Mayor Presidencial.
El avión Presidente Juárez fue sustituido por el TP-01 José María Morelos y Pavón, un Boeing 787-8 Dreamliner que no ha podido ser vendido por el Gobierno federal.
LEG