La Secretaría de Marina compró un avión con un costo superior a los mil millones de pesos, en 2014, en una operación similar a la de la aeronave presidencial TP-01, actualmente en venta; es decir, en abonos y a pagar a más de 10 años.
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A la fecha, la aeronave de la Marina sigue en activa y ya se ha pagado más de 80% de su costo; sin embargo, los detalles del equipo están clasificados, aunque por el tipo de misiones que la Armada definió en su justificación de la compra, se infiere que se trata de un avión de transporte/carga.
Entre los datos que no son confidenciales se encuentra que la Marina justificó su compra porque podría servir para ayudar a la población en caso de desastres naturales y que fue la Dirección General de Servicios Generales e Hidrográficos la que autorizó la compra.
Dicho avión comenzó a pagarse en 2014, según la cartera de inversión 14132160017, con un costo de 833.3 millones de pesos, más otros 240.9 millones de mantenimiento.
Por lo que el proyecto de inversión considera un total de mil 74 millones de pesos, con pagos anuales de 54 millones de pesos, en promedio.
El avión presidencial TP-01, que el presidente Andrés Manuel López Obrador puso a la venta en 2018, se compró bajó el mismo esquema financiero, solo que su costó total se elevó a más de cinco mil millones de pesos, y las anualidades son por 450 millones de pesos, en promedio.
La Marina justificó la compra de la aeronave porque existían las “condiciones necesarias para iniciar sus operaciones, contando esta dependencia con personal de pilotos y técnicos de aviación que cubren el perfil requerido por el proveedor para iniciar el proceso de entrenamiento y capacitación, (se) ganará mano de obra altamente calificada en el manejo y mantenimiento de aeronaves con alta tecnología, ya que se capitalizaría positivamente la experiencia que se tiene en la operación de las aeronaves de transporte de personal y carga con que cuenta la institución”.
De acuerdo con la dependencia, contar con la aeronave era necesario para “estar en posibilidades de responder en forma inmediata, en apoyo a las operaciones navales para el mantenimiento del Estado de Derecho, acciones de salvaguarda de la vida humana en la mar, así como proporcionar apoyo a la población civil en zonas de desastre, además de la ayuda humanitaria que se presta a los países hermanos que sufren desgracias ocasionados por fenómenos naturales”.
LEG