A una década de la primera llegada masiva de sargazo a las costas de Quintana Roo, especialistas piden avanzar en la innovación de su aprovechamiento, monitoreo y estudios para conocer más sobre los efectos de la macroalga en la salud.
Edith Calixto Pérez, directora de estrategia tecnológica del Consejo nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), recordó que el fenómeno tuvo su peor recale en 2018, año en que la Secretaría de Marina tomó la responsabilidad de la estrategia estatal contra el alga.
Durante una charla convocada por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), la experta señaló que se calcula que han arribado a las costas de México cerca de 52 mil toneladas de sargazo.
Ante el problema, comentó, el Conacyt conformó una agenda de atención, que va desde la contención, recolecta y disposición final, hasta la normatividad, creación de alertas tempranas, cooperación internacional y restauración de ambientes afectados, entre otros.
Calixto Pérez señaló que tienen mapeado la existencia de 18 actores estratégicos dedicados a la investigación sobre el alga y otros 60 inmiscuidos en el aprovechamiento y uso de ésta.
Por último, propuso la creación de una ficha sobre el tema en la Carta Nacional Pesquera.
Daniel Robledo Ramírez, investigador del Cinvestav-Mérida, comentó que no todo el sargazo que llega a Quintana Roo es de la misma especie, pues hay detectadas tres de ellas.
LEG