En Estados Unidos se esperan grandes descuentos este “Black Friday”, tradicional inicio de la temporada de compras navideñas, pero el reto será que los consumidores acudan a la cita en medio de una fuerte inflación.
Hace un año, los minoristas enfrentaron escasez de productos a raíz de los retrasos en la distribución y los cierres de fábricas por la pandemia.
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Para evitar una situación similar, el sector adelantó las importaciones navideñas este año, pero quedó vulnerable al exceso de oferta cuando los consumidores están recortando gastos.
“La escasez de suministro fue el problema de ayer. El problema de hoy es tener demasiadas cosas (en oferta), opinó Neil Saunders, director gerente de la consultora GlobalData Retail.
Explicó que los minoristas redujeron inventarios en los últimos meses, pero el exceso de oferta crea condiciones excepcionales para quienes buscan gangas en rubros como la electrónica, el equipamiento del hogar y la vestimenta.
Los costos más altos de la gasolina y los productos básicos del hogar, como la carne y los cereales, son un problema de toda la economía, pero no suponen una carga para todos por igual.
“Los (consumidores) de ingresos bajos se ven claramente más afectados por la alta inflación”, explicó Claire Li, analista de Moody’s, “porque proporcionalmente gastan más en productos de primera necesidad”.
El incremento de precios cede poco a poco. Pero incluso la inflación se ubica en 7.7% anual, un nivel alto para los estadounidenses.
Hasta ahora, los consumidores estadounidenses se han mostrado resistentes ante las diversas crisis vividas desde el inicio de la pandemia, gastando más de lo esperado, incluso cuando los indicadores de confianza daban cuenta de sus preocupaciones.
LEG